CAPÍTULO 7

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       Cuando el auto estuvo fuera del establecimiento sentí un poco de alivio. Habíamos superado lo más difícil... O al menos eso había pensado.

-Demond. Tengo noticias...

-¿Qué pasa Fredick? ¿Todo en orden?

-Broocks y Math estan por ir a buscarte.

       Dalia escuchó y entró en pánico. Mis manos comenzaron a sudar. 

-Dalia. Tranquila. Verás como nos libramos de él.- ella podría salvarse. En cambio yo, en cuanto volviera Broocks no dudaría en hacerme cualquier daño. 

-Demond

-¿Ahora qué sucede Fredick?

-Huye. Maneja rápido. Conociendo a Broocks es fácil de alcanzarte.

       No lo pensé ni un momento y aceleré. Iba por las calles a una velocidad excesiva... Mientras los números subían, las ideas se agotaban.

-Dalia, escucha. En menos de 5 minutos estaremos en la cabaña. Solo te pido que hagas lo siguiente ¿Entiendes?

-Te... Te escucho.

-Bien. Te dejaré cerca de allí y quiero que tú corras y te resguardes dentro. Pase lo que pase no salgas Dalia. Para nada

       Se quedó callada

-Entendido Daniel.

       Podía sentir la adrenalina en mí. Frené, lo hacía de poco en poco. El lugar destinado estaba a muy pocos metros. Cuando al fin paré le hable. Era más un grito.

-¡Vamos Dalia. Baja ya! ¡Corre! ¡No salgas!

       Salió corriendo a como podía.  Cada vez estaba más lejos. Lo bueno era que los árboles y el pasto alto la ayudaban a esconderse un poco.

       Aparque el auto en una de las pocas casas que había y salí de él. Iba a enfrentar a Broocks. Al fin lo haría, y juraba por mi vida que esta vez él sufriría tanto como yo lo hice.

-Chase, ¿Me escuchas?- seguía en el canal 3

-Afirmativo.

-¿Están todos listos?

-Así parece ser Daniel. En cuanto nos des la señal comenzaremos.

       Lo bueno de haber estado allí es que conocí a esos chicos. Me ayudaban cuando lo necesitaba y yo los ayudaba en lo que podía. Creo que por eso me escogieron como el líder.

-En cuanto tenga a Broock de frente daré a informar mediante el botón de mando.- comuniqué

-Entendido

       Estaba cerca... Lo podía presentir, o más bien había calculado el tiempo que le faltaba por alcanzarme. 

       Había acertado. 

       El auto de Broock estaba a menos de unas cuantas manzanas.

       Llegó.

-¡Hey Demon!

-Broocks.- saludé lo más cordial que se podía en momentos como ese.

-Veo que saliste a dar un paseo- cerró la puerta del copiloto mientras que del lado contrario bajaba Math.

       Broocks miraba para todos lados con cautela. Quería asegurarse de que Dalia no estuviera cerca... O talvez para garantizar que no había ningún guardia rondando por ahí.

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