Miércoles 31 de Febrero.
En la universidad todo transcurre tranquilo, no hay novedades, estoy sentado como de costumbre con mi grupo de amigos, de la nada recibo un mensaje en mi teléfono, puedo ver que Dana me envió una foto. Cuando abro el mensaje es la foto de ambos en el parque, sonreí al verla, le di los buenos días y seguí el día normal.
Llegué a la casa y me senté a descansar un momento pero recibo un nuevo mensaje de Aldair. "Prepárate voy hacia tu casa, vamos a salir"
Yo: Qué? A donde?
Aldair: Donde sea, estoy aburrido.
Yo: Mañana tenemos clases.
Aldair: Solo será un momento, mañana no tenemos nada.
Yo: Está bien.
Mi tía Celi toco la puerta de mi habitación.-Pasa-. Dije, ella entró lentamente.
-Como estas mi sobrino?-. Dijo ella, yo estoy en mi silla frente a mi escritorio.
-Bien mi tía, y usted-. Dije girando levemente mi silla.
-Bien aquí estamos-.
-Que sucede?-. Le pregunté.
-Nada, has hablado con tus padres?-. Respondió y Se sentó en la cama a mi lado, entrelazo sus manos.
-No, la verdad se me ha pasado-. Tomé mi teléfono revisando la ultima conversación, fue haca una semana.-Por qué?-. Dije a causa de mi curiosidad.
-No por nada, hace rato hable con ellos, ayer no habían comido nada en todo el día, Albert tuvo que transferirle un poco de dinero para que pudieran comer tus hermanitos-. Resonó mi tía en la habitación, solté mi teléfono impresionado, sentí un gran dolor en mi alma, pues se trataba de mi familia.
-Maldita sea...-. Dije entre dientes, baje la mirada.
-Las cosas están cada vez mas difíciles en Venezuela, tu padre se niega a irse, me da tristeza por tus dos hermanos-. No dije nada, sentí impotencia, no podía hacer nada. Las leyes aquí son estrictas y siendo menor de edad no me aceptan en ningún trabajo, el dinero que tengo es el mínimo para movilizarme, ese tipo de cosas hacen que me entristezca.
-Baje la mesada que usted me da y envíesela a ellos, no lo sé, quiero hacer algo-. Le dije mirando al suelo.
-Que se hace hijo, Albert los ayuda lo mas que puede, no solo a ellos, también a tus demás familiares-. Asentí triste, mi tía se levanto y bajo las escaleras, mis ojos estaban cristalizados es muy difícil que algo me haga llorar pero con esto era inevitable.
Abrí mi skype y le envie un mensaje a mi madre para que se conectara, a los pocos minutos iniciamos una llamada.-Cómo estas mami-. Le dije, toque su rostro a través de la pantalla.
-Hijo querido, aquí estamos, luchando-. Respondió mi madre, al fondo de la habitación se escuchan mis dos hermanos pequeños.
-Como quisiera estar allá con ustedes, están mis hermanos ahí no?-. Le dije.
-Si aquí están-. Dijo ella haciéndose un lado para que los pudiera ver, mis hermanos se acercaron a la cámara y saludaron los dos.
-Holaaa mocosos, los extraño-. Dije. Cuando estaba con ellos no apreciaba el sincero amor que me podían brindar, los veía como un fastidio, pero ahora lejos me doy cuenta que son la cosa mas importante en mi vida, al igual que mi madre y padre.
Mis hermanos siguieron en lo suyo jugando.-Estas bien por allá hijo, aquí pasarías trabajo-. Dijo mi madre
-No importa, quiero estar con ustedes, prometo que trabajare duro mamá, te daré todo lo que quieras, vivirás como una reina, los sacaré de ahí y no les faltará nada.- Dije con total seguridad.-Aunque aún falta mucho para eso...-. Concluí.
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Un Mes Para Enamorarte
RomanceUn mes para enamorarte es un libro de romance en el que se refleja una pequeña critica a la actual situación de muchos venezolanos por tener que alejarse de personas importantes en la vida. Describe a Demian un joven con aspiraciones en el que en el...