Pase toda la noche pensando intentando descifrar la manera de que ninguno se negara y que pareciera un encuentro casual.Por mas que medite, no encontré la forma, así que no había de otra que ser mas que evidente a la hora de actuar.
Paso una semana antes de que el gran momento se diera aunque no les niego que seguí teniendo encuentros casuales y cortos con cada uno de ellos, de nuevo en el baño, el despacho, la recamara, incluso la cocina.
El único espacio que nos faltaba por recorrer era mi habitación.
Llego la fecha esperada, mi madre saldría de viaje de negocios con su esposo y quedaríamos solos en casa.
Claro a cargo de Camilo quien era el mayor de todos, tenia 21 años, Mario 18 y Matias siendo tan solo un año menor que yo, tenia 16. Eso explicaba por que su timidez excesiva...
Era el momento de poner en marcha mi plan macabro.
No sabía que yo podría llegar tan lejos me todo lo hace la excitación.