Fuimos todos a mi cama, me puse en la posición de cuatro patas, Camilo estimulaba mi clitoris con su lengua, Mario introducía su dedo en mi vagina y Matias, el mas tímido, tenia su pene en mi boca.Yo lamia su pene para enseñarle de lo que se estaba perdiendo, realmente estabamos todos excitados, tanto que no medimos y ni pensamos en lo que estábamos haciendo, simplemente nos dejamos llevar por nuestros deseos.
Mario y Camilo se masturbaban mientras me estimulaban mis partes intimas.
Yo sabia que esta seria una gran noche llena de placer.
Y lo mejor es que esta vez nadie nos interrumpiría, duraríamos todo el tiempo que aguantemos.
Mario en medio de su placer, golpeo mi ano con su pene varias veces y con fuerza, Camilo daba duras palmadas en mis glueteos.
Mis gemidos se escapaban con cada golpe, quería que ya entraran en mi.
Comenzaron a turnarse, de tal manera que cada pene pasara por mi boca y cada mano por mis partes.
Sin duda yo, era quien mas estaba disfrutando del momento.
Y quien no lo haría? Si esos tres bombones estaban a punto de deborarme por completo
Ya era hora de que me penetraran de una vez
Pero cada vez tardaban más....