La niña, la chica o simplemente yo,
caminanba discretamente por un largo corredor,
sintiendo el frio calar por mis huesos
una mano helada mi cadera rodeó,
en una habitacion oscura sucedio
vi pasar mi vida frente a mis ojos
llego el final y mi nombre escrito en una lapida
ni se me hizo extraño
he llevado tantas penas siempre a mi lado
Viendo lagrimas correr
senti el filo del cuhillo atravezar mi corazon
es que ese dia habia llegado
habia llegado el dia de decir adiós.
