3. TENERIFE SEA, Ed Sheeran

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Agarrados de la mano ellos caminan. Hace calor, pero el sol les ilumina.

Él la mira.

Ella le mira.

Sonríen como dos bobalicones. Su abuelo ya lo decía: "Quien se enamora no lo nota, pero poco a poco se vuelve idiota".

Ella lleva un vestido blanco y azul con falda de gasa añil y un corpiño que le marca el pecho. Él llevaba puesto su típico sombrero. Forman una bonita y peculiar pareja.

Observan las aves atravesar el cielo, todavía agarrados de la mano. "¡No hay nubes a la vista, capitana!" dice él y ella replica "¡Entonces bésame, grumete!".

Continúan andando y se paran cada dos pasos para asegurarse de que el otro todavía sigue ahí. Son reales: esto es real. Son felices.

Se encuentran ajenos del mundanal ruido cuando ella le canta. Lleva semanas practicando, pero si él hubiese preguntado, lo habría negado. Tenía que parecer casual, tan casual como ellos dos: una coincidencia, un sueño bajo las rocas del mar, una verosimilitud de irreal tejido al tacto tan palpable...

Él la admira mientras canta. Es tan perfecta...

Ella admira sus ojos azules donde cayó su estrella. Es tan perfecto...

Están tan enamorados... Son perfectamente imperfectos.

Balada de una estrella al caer al marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora