¡Es un malentendido! | jimsu.

Capitulo 1: ¡YoonGi, no lo toques!

JiMin envolvió entre sus brazos a su enamorado, quería protegerlo de todo y todos, que YoonGi estuviera a salvó era el objetivo del platinado, pero aseguraba que su bonito novio estaba a salvo solo en sus reconfrontantes brazos, en ningunos más, solo los suyos, porque tanto como él y YoonGi se complementaban genuinamente, como si estuvieran destinados a compartir su calidez con el otro.

—Ya, JiMinie, suéltame...—murmuró enrojecido, a los ojos del platinado su novio parecería un lindo tomatito y saber que solamente él podría contemplar cómo su Yoonie sonreía tímidamente para que luego sus mofletes se adornarán un tono fuerte carmesí, le hacia querer apretujarlo más entre sus brazos.

—No puedo dejar de abrazarte, las temperaturas están bajas y no quiero que te enfermes, gatito.

YoonGi con los puños cerrados y formando un mohín con sus belfos dió un sutil golpe en el torso de su novio.

—Y-ya te dije que no me digas así en público.—susurró apenado, JiMin no se resistió más y con ternura abrazó más a su adorable gatito.— U-uh...suéltame, hemos estado enfrente de la casa de Taehyung por díez minutos y aún no tocamos el timbre.

JiMin agarró sus mejillas y besó sus labios repetidas veces—¿Y a mi qué? Eres mi novio, no de él, mío, mío, mío.

—Eso no tiene nada que ver JiMinie.—no reprimió una sutil carcajada por el infantil comportamiento de su novio.—Toquemos de una vez por todas.

Luego de unos cuantos besitos y abrazos posesivos, –por parte de JiMin, obviamente– YoonGi apretó el colorido timbre, sonando una melodía agradable en el instante. Taehyung apareció frente a ellos casi al instante, en su frente caían perladas gotas de sudor, y sus mofletes sonrojados delataban la alta fiebre que debía estar presentando. Aún así una vez entraron los novios al hogar, –uno con peor humor que el otro–, YoonGi se aseguró de calcular la temperatura de su amigo, todo ante la potente mirada de su novio.

Los sentidos de alerta de JiMin se alocaron cuando YoonGi murmuró dulcemente "Tae, ponte de pie, debo sacarte la camisa." 

"Ni en mis peores pesadillas. No te daré el gusto, Kim Taehyung." Se dijo en sus pensamientos mirando con recelo a Taehyung.

—¡Yo quiero hacerlo, YoonGi!

JiMin al instante sintió dos pares de ojos en él, observándolo detenidamente. YoonGi durante unos segundos, –que parecían una eternidad para el platinado– se mantuvo en silencio, finalmente se encogió de hombros y se largó hacia la cocina, diciendo "Bien, iré a hacer una sopa de pollo"

Cuando JiMin y Taehyung quedaron a solas en la habitación, observando de reojo el uno al otro, el platinado se acercó en firmes pasos hacia Taehyung, que solo sonreía inocentemente, levantando sus brazitos esperando por ayuda, JiMin solo se condicionó a sonreír con burla.

–Hazlo tu solo, iré a ver a YoonGi.

Taehyung bajo sus brazitos lentamente, observando cómo JiMin se marchaba canturreando cuanto amaba a YoonGi.

—Esta va a ser una semana larga...

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YoonGi dió un pequeño brinco cuando unos brazos rodearon su cintura de forma posesiva, dando cariñosas caricias de paso, pero se tranquilizó cuando reconoció el aroma de su novio, un perfume masculino que danzaba por sus fosas nasales, brindándole una tranquilidad inmediata.

—JiMinie, ¿Tan luego ayudaste a Taehyung?

JiMin solo balbuceo asintiendo con su nuca. YoonGi creyó en su novio sin chispear, no tenía razones para mentirle.

–Amor, dame un besito...

Sin darle tiempo a responder, JiMin volteó, estampó sus manos en las mejillas ajenas y sus labios en los contrarios iniciaron un baile lento y gustoso. YoonGi llevó sus manos al cuello de su novio, aferrándose a este.

—Te propongo algo, gatito, mientras Taehyung duerma nosotros podemos...

—¡YoonGi tengo hambre!—se escuchó una voz lejana que provocó que JiMin arrugará el entrecejo, –"maldito entrometido", pensó con rabia.–

YoonGi se despegó del platinado a duras penas, porque al parecer JiMin no tenía la intención de soltar su cintura.

–Ire al baño, JiMinie, tu llévale la sopa a Taehyung.–dijo reposando en la mesa de madera fina un plato decorado con flores silvestres, que contenía un caldo con verduras y pollo.– Ah, no le digas a Tae que traje esto en mi mochila y que SeokJin lo hizo, se moriría de vergüenza.

JiMin asintió sin comprender lo último, una vez su novio entró en el baño cerrando la puerta detras de si, su mirada se fijó en la sopa de la cual salía un humeante olor.

Y si...¿le pongo un ingrediente extra?