Día 20.- Juego del Pocky

728 89 7
                                    

No crean que me he olvidado de esta historia. ¡Jamás dejaría a mi amado MidoTaka!, es que he estado publicando la historia también en Amino, por lo que me detuve hasta llegar a la par y poder publicar los capítulos al mismo tiempo para que no hagan trampas jajaja ♥

Me gustaría aclarar que he agregado las cabeceras correspondientes de cada uno de los capítulos, asi que les invito a ver los Medios Audivisuales del Fanfic para que puedan ver todos. Ahora sí, este fic se estará actualizando al mismo tiempo que "El Análisis de Satsuki", aun no lo acabo de escribir, pero ya tengo varios capitulos escritos, pero solo será uno diario como el otro que tengo en emisión <3, Aunque este terminará muchísimo antes que el de Satsuki, prometo que vendré pronto con otra historia larga.


Oficialmente nos faltan 10 días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Oficialmente nos faltan 10 días.


__________________________________________________________________

─ Vamos, Shin-chan, no es como si esto te fuera a matar. ─ volvió a intentar razonar.

─ He dicho que no, en el Instituto no. ─ gruñó por enésima vez mientras caminaban hacia el gimnasio. Takao, resignado -por ahora- suspiró sonoramente, entrando al lugar.

Se encaminaron hacia los vestidores en donde se cambiaron con tranquilidad, ya que habían llegado más temprano que de costumbre por salir antes de las clases y se dirigieron hacia las canchas.

Al sacar el enorme cesto de los balones, Takao se acercó a Midorima a pasos lentos antes de entrecerrar los ojos un momento y sonreír. El más alto sabía lo que eso significaba.

─ Ni se te ocurra Takao. Estamos en el gimnasio. ─ amenazó con voz profunda, pero su compañero y pareja lo ignoró completamente sin detenerse hacia él.

─ Shin-chan~ ─ llamó con esa típica vocecita que no auguraba nada bueno para el mayor de los dos.

─ ¡Takao! ─ intentó regañar y comenzar a huir de las depredadoras manos de su pareja.

Empezaron a correr por todos lados, no es que Midorima no pudiera someter a Takao, pero lo conocía demasiado bien como para dejar que este lo alcanzara. No quería abusar de su fuerza y tampoco quería darle alguna arma de chantaje al menor para que pudiera controlarlo -otra vez- a su antojo.

─ ¡Deja de ser imprudente! ─ gritó mientras lanzaba uno de los balones con intención de alejar al menor pero este solo lo atrapó para regresarlo con facilidad.

─ Por favor, Shintaro. Tu y yo sabemos que también lo quieres. Así que ven aquí. ─ se intentó acercar de nuevo pero Midorima, con las orejas completamente rojas, dio dos pasos hacia atrás apretando el balón en sus manos.

30 días ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora