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Freddy se sentía como un ratón en su ratonera, encerrado. ¿Por qué?, fácil, por que se encuentra sentado en el medio de los dos hermanos rubios, estaba con las mejillas sonrojadas mientras comía (bastante incómodo) un pan con mermelada de zarzamora y café con leche.

Deseaba que todo acabara, rápido, recibir la llamada de su mamá diciéndole que ya vaya a casa o que los gemelos tengan que irse y el ya no hacer nada ahí.

—Y... ¿Que harán hoy?— Pregunto con nervios el castaño, por debajo del mantel pellizcaba sus rodillas.

—Yo te llevaré a casa y después iré a firma de autógrafos y fotos. No es mucho como otras veces al menos.— Rió nervioso el rubio, paso su derecha por la nuca rascándola.

—Juntas, juntas y otras tres juntas más.— Concluyo Gold, levantándose de su asiento y dejando la servilleta a un lado. —Con permiso.

La pareja vio como Gold caminaba a paso fino hacia las escaleras y su cabellera albina moviéndose al compás del viento. Nah, no te creas, es el ventilador que pusieron ahí para que al subir y bajar las escaleras se viera todo un comercial. xd

[ ... ]

¿Cansado de tener un momento incomodo? ¡Pues ten dos!

Así estaba Freddy, con el segundo momento incomodo, ya se quería morir.

Odiaba lo que Gold hizo la noche anterior, ahora sentía que le fue infiel a su novio y también las incomodidades cuando se encuentra en medio de esos dos. #PrayforFreddy.

【『Dear Freddy』】FredoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora