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Los rayos del sol caían directamente a su cara, frotó ambos ojos con su mano derecha puesto a que la izquierda se encontraba abrazando a un castaño, y este abrazaba su pecho desnudo, que seguía durmiendo bastante cómodo. Sonrió al ver esa imagen, estaba feliz con su relación, muy feliz, Freddy sacaba siempre lo mejor de él y estando con él olvidaba absolutamente todos sus problemas.

Vagos recuerdos de lo que había pasado esa noche llegaron a su mente logrando sonrojarlo, pocos veces tenían relaciones por que no era algo muy necesario en su relación, o al menos asi lo sentía Golden.

Se quito con mucho cuidado intentando no despertarlo, cosa que logró con éxito; recogió su ropa la cual estaba regada por casi toda la habitación y comenzó a cambiarse. Tomo su móvil que estaba en una de las mesitas de noche y lo reviso, notificaciones de Instagram, una que otra de Facebook y 2 llamadas perdidas de Gold.

Gold.

Tendria que hablar seriamente con él, no le había parecido del todo creible que Freddy ya no quisiera ir a su casa por que no estaba acostumbrado a ese ambiente, cuando el había sido quien quería conocer su casa y familia. Algo andaba mal y tenía nombre de su hermano gemelo.

Chasqueo la lengua, guardo su celular en el bolsillo trasero, miró por última vez a Freddy con una sonrisa de que al parecer estaba soñando algo bueno, Golden sonrió inconscientemente, una sonrisa de todo un tonto enamorado, le gustaba sentirse así, y más si Freddy le provocaba el sentirse así. Se inco a la altura de la cara morena contemplando cada expresión, sonrió con tranquilidad, se había sacado la lotería con ese chico.
Acaricio con sumo cuidado una de sus mejillas, cerró sus ojos relajandose y disfrutando del pequeño momento puesto que ya no tardaba en irse, para su sorpresa, su mano fue tomada por otra, abrió despacio los ojos logrando ver al menor ya semi despierto, mirándole aún con esa sonrisa que tenía cuando dormía.

—Buenos días.— susurro a lo bajo, solo para que ambos pudieran escuchar.

—Buenos días, osito— dicho esto beso la frente ajena transmitiendo le todo su amor y cariño que tenía hacía él, posterior mente bajó a los labios uniendolos en un suave y cálido beso el cual fue correspondido inmediatamente.

Se sentían tan bien así, eran el uno para el otro, o al menos eso pensaba Golden.

Pero, ¿que pasaría si Golden se llegaba a enterar de todo lo que había pasado con Gold y que por esas cosas Freddy estaba dudando ya?

Parecía esto de novela, como las que ve su abuelo, o hasta la rosa de Guadalupe.

Se separaron dejando sus frentes juntas por un rato hasta que Golden decidió hablar.

—Tengo que irme...

—Uhm, esta bien, ¿te parece si mañana vamos a cenar?

—Alá Fazbear, ¿estás invitándome a salir?

—Claro, y disfrutalo, pura cita épica conmigo, ¿o no?

Ambos rieron ante eso, en una de sus citas un policía los perseguía por todo el zoológico ya que ambos se les había ocurrido la magnífica idea de salvar a los pavo reales y ahí los veías, corriendo con un pavo real cada uno y el policía persiguiendolos y maldiciendolos por ser tan jóvenes y correr bastante más rápido que él.

También otra de ellas se habían caído a la fuente frente a muchas personas, que oso.

—Vale, vendré por ti mañana a las 8, ¿te parece?

—Me parece— sonríe. —Esperame abajo, me voy a cambiar y te haré compañía en lo que vienen por ti.

Golden asintió, beso rápido los labios del castaño y salió de la habitación cerrando la puerta tras de él.

Ya solo, Freddy recogió su ropa del suelo para echarla al bote de la ropa que tendría que lavar, tomó algo limpio de su closet, un pants gris y una playera negra, se puso sus converse blancos y bajó rápido a la sala.

—No tardaste.

—Noup, ¿ya vienen por ti?

—En media hora llegan, ¿quieres desayunar o algo?

—¿Tú quieres?

—Si el desayuno eres tú, con mucho gusto.

Ambos se echaron a reír de nuevo, ¿cuanto tiempo más les duraría aquella felicidad que amaban? Solo el tiempo lo diría, o alguien con nombre de Gold.

【『Dear Freddy』】FredoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora