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Freddy se despedía de Golden de la manera más cálida que pueda brindarle, no lo vería en un mes. ¿Que había pasado? ¿No se supone que él se iría de vacaciones con su novio y familiares de?

Pues mamá le tenía otros planes, al parecer por que Fred reprobó física, los mandaría a un especie de campamento para tenerlos entretenidos; Freddy sólo iría por que Fred comenzó a quejarse al punto de estar haciendo un berrinche. Obviamente a su mamá la iba a tener hasta sj puta madre y mejor los metió a ambos, igualmente para poder ver la Rosita de Guadalupe y cualquier novela de verano en paz. :)

—Te llamaré todos los días Freddy, ya sea por video llamada, te lo prometo.— Mencionaba el rubio, haciendo una pausa en cada palabra ya que depositaba besitos en la frente, cachetes, nariz y cabeza de su novio. —Intentaré hacer más corto este viaje.

—No tienes que hacerlo Golden, anda, ve y diviértete.— Intento calmarlo Freddy, al parecer funcionó.

—Por ti beibi, sería batman. B3

Freddy soltó una casi carcajada para posteriormente rodar los ojos, lo único que pudo hacer fue darle un largo y apasionado beso a su novio, esto fue interrumpido cuando uno de sus guardaespaldas carga a Golden como costal de papas y se lo llevaba a tomar su vuelo.

—¡Volveré amor mío!

—¡Gracias por la amenaza!

[ ... ]

Y tú te preguntaras, ¿Donde esta Gold? Bueno... El se habia quedado en la oficina de su padre, a oscuras haciendo el trabajo que se quedó pendiente por aquel viaje.

Nunca le gustó esa oficina, pero era un buen lugar para concentrarse. Las paredes tenían un papel rojo carmín, el ventanal era cubierto por una cortina igualmente roja, pero un rojo un poco más claro.

El escritorio era importado de Venecia, de un color chocolate, casi llegando a ser negro, la alfombra era un oso pardo, muchas veces sj padre le contaba a él y a su gemelo que el lo había cazado, discado y esas cosas. Pues no, era falso.

La silla era negra, muy cómoda por cierto.

Gold, decidió encender la chimenea, al momento de hacer esto logró divisar una sombra de un oso a punto de atacar; esto antes lo asustaba al punto de llorar, pero ahora, no, odiaba esa estatua de oso (igualmente pardo) que tenía su padre. Soltó y suspiro.

—Algún día te tiraré, quemaré y comeré malvaviscos a tu lado quemandolos.— Amenazó al oso quien obviamente no respondería.

Pero aquí viene la verdadera pregunta, ¿por qué Gold estaba ahí?

Fácil, no le gustan las reuniones familiares, así que se quedó condicionado a terminar el trabajo que le sea enviado y el que se quedó pendiente.

El toque de la puerta fue suficiente para sacarlo de sus pensamientos, tomó nuevamente su postura en la silla y de manera fría y grave soltó un "adelante".

La puerta comenzó a abrirse de manera lenta, logró ver unos cabellos castaños que se comenzaban a asomar.

Magníficas coincidencias las de la vida.


【『Dear Freddy』】FredoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora