Capítulo 37. Drunk

6K 217 95
                                    


Hacía mucho tiempo que no deambulaba por los pasillos de la facultad. Todavía recuerdo el primer día que pisé justamente el suelo por el que ando en estos instantes, si me hubiesen dicho el primer día que siete años después volvería para dar una master class a petición de un profesor, y que mi carrera iría como va en estos momentos probablemente me hubiese reído durante diez minutos seguidos. Ángel, mi profesor de Periodismo Audiovisual, me había llamado porque algunos alumnos estaban interesados en el mundo del periodismo deportivo, y no conocía a nadie mejor para que se pasase y hablase un rato con ellos. A fin de cuentas le debo mucho, yo nunca pensé en ponerme delante de una cámara, yo pensaba en dedicarme a la prensa escrita o como mucho a la radio, casi me obligó a ir a uno de sus programas porque estaba seguro de que debía ponerme frente a una cámara. Bueno, de hecho me dijo que me suspendía la asignatura si no lo hacía.

Principalmente si alguien tiene la culpa de que ahora mismo me cuele en la casa de millones de personas cada noche de partido, es él. Recuerdo que tenía hasta ganas de vomitar aquella tarde, sólo pensaba en todas las cosas que podían salir mal y en todo lo que la iba a liar. Al final las cosas salieron bien y aquí estoy.
Llamo tímidamente a la puerta, hay cosas que todavía no han cambiado y la sonrisa de mi profesor me da la bienvenida. Entro en clase saludando a los jóvenes que están más atentos que a sus móviles y sonrío amablemente.

– Son todos tuyos Emma, yo vengo aquí también como mero observador...estamos encantados de tenerte por aquí.

– Bueno, eso me lo cuentas cuando acabe...–Los chicos se ríen y yo me siento en la mesa del profesor con una sonrisa en la cara.– Hola...madre mía qué vergüenza, no sé ni como empezar esto ¿Qué tal os va? ¿Qué os está pareciendo la carrera? No sé, contadme algo primero para que yo no hable tanto.

Varios estudiantes levantan la mano para dar su opinión, hay algunos que me recuerdan bastante a mí cuando estaba en clase. No era ni mucho menos la más participativa de todos, de hecho era de las que estaban calladas salvo que les preguntase el profesor. Lo cual es bastante curioso viendo lo que hago ahora pero...hasta que no nos sacan de nuestra zona de comfort no hacemos nada realmente.
Los observo intentando cescifrar cuáles de ellos quieren tener una carrera en el mundo deportivo, todo el mundo se quedaba con los ojos abiertos cuando decía que yo querría hacer carrera en el mundo deportivo, la mayoría se pensaba que acabaría trabajando para una revista de moda.

– Vosotros no os preocupéis, yo ahora mismo estoy aquí dándoos una charla estoy segura de que podéis sacarlo todo adelante y ser grandes profesionales en el medio. Si yo puedo estar delante de una cámara entonces tenéis todo hecho ya, vais a ser los próximos Matías Prats y Mónica Carrillo de la vida.– Yo no estoy echa para dar discursos motivaciones pero oye, en dejarme en rídiculo y hacer reír tengo un master.

– ¿Nos puedes dar algún consejo? Que de verdad te haya servido.– Me encanta el último apunte, porque me representa muchísimo.

– Probadlo todo, aunque tengáis claro a qué os queréis dedicar, nunca rechacéis una oferta a hacer algo que no estaba en vuestros planes. Yo nunca pensé en estar delante de una cámara, me daba muchísima vergüenza, yo era feliz pensando en escribir crónicas de partidos y miradme dónde estoy porque vuestro profesor me obligó a plantarme delante de una cámara. Salid de vuestra zona de comfort porque os prometo que es ahí fuera donde ocurre la magia.

– Siempre me he preguntado de qué habláis hasta que os dan paso para hacer la conexión.

– Pues depende de lo mucho que conozcas al jugador, con algunos hablas del partido. Con otro si tienes buena relación pues bromeas un poco si la cosa ha salido bien y haces sangre si ha salido mal, así me va en la vida claro.– Comento en tono divertido y se ríen.– Ante todo naturalidad, os prometo que en las distancias cortas Cristiano es igual que vosotros, y que yo. Sólo que tiene más músculos que nosotros juntos.

(Un)Lost | Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora