Ya llevaba tres víctimas. No entendía cómo ni porqué; solo sabía que esto tenía que parar.
Caminé sin rumbo y terminé en un callejón, frente a frente con un traficante. Con solo verlo recordé a aquel que me había vendido esa nueva droga de diseño, cuando fui al recital de música electrónica.
De pronto, todo tuvo sentido: después del recital me había desmayado por primera vez. A la jornada siguiente las noticias daban cuenta de las numerosas víctimas de aquella droga adulterada, afectadas por una sobredosis; todas menos una, que había muerto a causa del brutal ataque de un desconocido.
El día después, ya no hubo adictos muertos, pero sí otro cadáver, desfigurado a golpes.
Al tercer día, un ladrón apareció acuchillado. Presuntamente, atacado por otro delincuente para arrebatarle el botín. Pero yo sabía que no había sido así.
Sin demora, me dirigí a la comisaría, a entregarme.
—Oficiales, ¡tienen que creerme! —imploré—. Yo soy el monstruo.
Fue inútil, no me creyeron.
Salí de la comisaría, desesperado. ¿Qué podía hacer? Ni siquiera sabía qué me sucedía. ¿Por qué, tras la sobredosis, mi cuerpo mutaba en una bestia?
Decidí ir a ver al doctor, pero éste tampoco fue de mucha ayuda; solo se limitó a decir que era el estrés —parece que ahora es el culpable de todos los males.
De vuelta en la calle, caminé largo rato, tratando de aclarar mis ideas. Pensé en mis víctimas: las dos primeras, inocentes; pero la última, había sido un delincuente. De algún modo, haberlo eliminado no era tan malo.
Al fin, me detuve frente a una vidriera y observé mi reflejo. Por fuera seguía viéndome igual pero, por dentro, podía sentir al monstruo bullendo por salir.
Lo miré fijamente a los ojos y, con el pensamiento, le dije:
«Yo soy tú y tú eres yo. No me gusta en absoluto lo que haces, pero creo que tendré que aprender a convivir contigo. Si confías en mí, podemos formar un gran equipo».
El reflejo me devolvió la mirada y, con una sonrisa torcida, asintió.
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Relatos impensados
Storie breviRelatos y microrelatos creados por gusto o para concursos y dinámicas. Obras registradas en Save Creative. Antología completa autopublicada en Amazon en formato físico. Relatos excluidos en formato digital, publicados en la app Tentacle Pulp.