YEARS & YEARS «Chamirrey» [MvsM]

|SELFIE|

Su dedo se deslizaba la mayor parte del día sobre la pantalla de su celular para ver sus redes sociales y enterarse de las mejores tendencias. Y a veces compartía uno que otro meme mamalón en su biografía.

“Sólo es un fresón que siempre anda presumiendo” pensaban los demás.

Toda la gente que trabaja en aquella fonda "Tlacoyito feliz" lo conocía a él y él a ellos, sin embargo, la mayoría podría decir fácilmente que Víctor jamás descuidaba la atención de su celular para dedicársela a alguien más. “Su mundo se centra solamente en él”

Ajá.

Pues es que nadie había observado con tanta atención para notar que el Mirrey estaba enamorado. Y no sólo de él mismo como narcisista que era.

Su corazón latía remarcando el amor que sentía al verlo, sus dedos se tensaban tomando con más fuerza su celular. Los ojos con un brillo infantil y especial. Sí, estaba muy enamorado.

Con todos los síntomas de un inocente enamoramiento, aún así se esforzaba por sonreír
galantemente al muchacho que estaba frente a él pidiéndole su orden.

—Orale, ¿Qué quieres wey?

Adal, mejor conocido como 'El Chacas'.

Él ordenó tratando de mirarlo (y de sonar) algo coqueto. No es lo mismo una mirada de superioridad a una coqueta.
Chacas sin saberlo, era el afortunado de recibir la segunda mirada siempre.

[...]

Aunque había ido a esa particular fonda con su padrastro y jefa, estos en realidad ya se habían ido hace mucho porque querían comer otra cosa.
Y ahora el Mirrey estaba sentado ahí solo, no era para menos que prefiriera quedarse en la fonda que ir a su casa. No quería escuchar los aplausos.

Y bueno, ahora Víctor se quedó con las manos encima del mantel de cuadros con tonos rosas mexicanos y naranjas, jugaba distraídamente con su celular haciéndolo girar sobre la carcasa encima de la mesa, ya había ordenado su comida y su crush vendría pronto con ella.

Se puso por unos momentos serio, quedándose mirando la dirección en que el mayor se había ido, estaba pensativo.

Pulsó el botón de encendido de su celular nuevamente, lo desbloqueó y fue a galería.

Iba a ver una foto de...

—Ten Mirrey—habló el Chacas.

... De ese wey precisamente.

Al ser tomado de imprevisto, Víctor dio un ligero salto en su lugar por el susto.

—¡Casi me matas de un susto we!

— Tranquilo mí buen —respondio despreocupado, luego agregó— ya deja un rato tu celular. Seguro sólo ves puras pendejadas —y diciendo esto se fue devuelta a la cocina.

—"Tu no eres una pendejada" —pensó.

[...]

Regresó a su casa.

Todas las noches, Mirrey se iba a su cuarto, se ponía su pijama de Pinky Pie, hacía alguna oración 'nice' y se iba a dormir.

Oh eso creían todos. ¿Es lo más lógico no?

El amor suele opacar a dicha lógica.

A Víctor le valía perderse unas cuantas horas de sueño en la semana por unas cuantas horas de privacidad para ver a Adal. Oh más bien sus fotos.