El chico que deseaba enamorarse

Enfermo

Porque me tenía que estar pasando esto a mi,no lo entiendo, yo que hice para merecer esta crueldad que estoy sufriendo cada día con mi padre pegándome, mi madre en el hospital y ahora el. Ese maldito niño de ojos penetrantes.

-P-por favor, no sigas -mis lágrimas me provocaban que tartamudease sin parar.

-Ohh, ¿el niño llorón no puede aguantar unas simples quemaduras?-dijo con un tono de burla mientras todavía sostenía aquella navaja calentada en la chimenea que encendió en el salón.

-Yo-Yoongi, no me e-esta gus-gustando esto-dije alejándome de el mientras el tenía aquella mirada de un loco que me hacía temblar toda mi columna vertebral con aquella navaja todavía en su mano.

-venga Jiminnie, solo es el principio, ya te acostumbraras a esto y sentirás un gran placer cuando lo hagas.Ya me lo agradecerás más adelante -dijo Yoongi sujetando mi brazo fuerte para que no me aleje más.

-No quiero seguir con esto Yoongi-dije intentando sonar duro pero al parecer no funcionó.

-¿Seguro?Bueno si eso es lo que quieres es tu decisión. Mañana le diré todo a tu padre sobre tus escapadas a la buhardilla y lo que escondes allí.Seguramente se podrá muy feliz de oírlo.

Se fue alejando después de decir eso.Estuve teniendo una batalla mental entre seguir con mi decisión o arrepentirme y volver a dejar que Yoongi me haga todo lo que el quiera.
Hasta que lo vi ya demasiado lejos del lugar tuve que decidir en una respuesta en seguida.

-Espera Yoongi-grite sin ir hacia el.

El giro su cabeza mostrando solo su perfil y dirigiendo sus ojos hacia mi con una pequeña sonrisa.

-¿Si?

-Y-yo dejo que vuelvas a hacerme lo que quieras.

El estuvo todavía como antes, ensanchando su sonrisa aún más, como si hubiera conseguido su objetivo.

-Esa es la mejor opción Jiminnie y has sido lo bastante inteligente para elegirla.Hoy lo dejamos, vete a descansar. Mañana seguiremos.

Yo asenti y no me fui del salón hasta que el desapareció de mi vista para irme ya a mi habitación.
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Yoongi.

Despues de haberme ido hacia mi habitación con la satisfacción de haber conseguido un poco lo que siempre estuve deseando desde hace varios días, concretamente, desde la primera que vi a Jimin. Siempre con ese aspecto angelical, con ese tipo de suéter pastel haciéndole parecer más lindo. Siempre me pareció tan placentero corromper a una persona, llevarla hasta el límite de su cordura y que no tenga conciencia de lo que hace o piensa. Como hizo mi padre con mi madre.

Al ver como mi madre suplicaba por más sufrimiento, mi padre le daba cada vez más fuerte con aquel látigo de cuero, que cada golpe, le arañaba, le enroquecia y abría la piel de mi madre. ese fue el primer momento en el que descubrí el sadomasoquismo cuando tan sólo tenía 9 años.

Me encontre aquella escena mientras estaba jugando a "quien te encuentre antes, muerto".Es como el escondite pero cuando algunos nos encontrábamos intentábamos matarnos con pistolas imaginarias. Ese juego me lo enseño uno de los guardias de mi padre cuando estaba aburrido y no tenía a nadie con quien divertirme.

Estaba buscando a mi amigo Diego, un español que tuvo que irse de su país natal por el trabajo de su padre que le habían dado aquí en Rusia. Desde aquella edad, he estado investigando más ese tema hasta hoy.

Me acuerdo de mi madre, ella tenía un carácter frío, sus expresiones no eran de una mujer joven sino de una adulta con 40 años cumplidos aunque me haya tenido a mi a los 23 años.