El chico que deseaba enamorarse

Cuenta hasta diez

-¿Jimin?¿Donde estás?Soy yo mamá.

Unos sollozos empezaron a oírse en la puerta en donde se guardaba los productos de limpieza de la casa para la limpiadora. Allí estaba él.

La mujer tocó la puerta suavemente.

- ¿Me dejarías pasar por favor?

Paró de llorar para abrir la puerta y dejar un espacio para la mujer que estaba parada en medio del pasillo con la mirada preocupada por el pequeño niño. Se acercó y remangó su vestido floral y entro en aquel espacio tan estrecho sentada de cunclillas junto al pequeño  y cerró la puerta.

- Ya se que lo que ha hecho papá ha estado muy mal, pero el habrá tenido un mal día y lo pagó contigo sin querer pero el te quiere y nunca quisiera hacerte daño.

- N-no e-es ver-verdad . N-no mi-mientas mamá, e-el nun-nunca me qui-quiso. Y-y porqué se en-enfado tan-tanto si yo so-solo quería ju-jugar con él- Se limpio los mocos al terminar la frase y se apretó aún más así mismo mirando con odio la puerta.

La madre dio un suspiró, ella sabía también que nunca podría hacerle creer a su hijo que en verdad su padre lo quería si él no ponía nada de su parte.

Estuvieron un rato en silencio sin decir nada hasta que la tripa del chico empezó a sonar.

- Parece que ya el tiempo del escondite acabo.¿Que te parece si hacemos una gran comida con los platos favoritos de los dos y así os pedís disculpas?- Jimin asintió algo y feliz, La madre sonrió y le dio un beso en la cabeza cosa que provocó una risita al chico.

Los dos salieron de aquel pequeño cuarto y enseguida corrió el chica hacía la cocina pero le frenó su madre.

- Espera te Jimin, te tengo que contar algo pero para eso tienes que venir.- alargó su mano dando a entender que quería que se la cogiera.

El niño obedeció a su madre y en seguida ya estaba junto a ella con sus deditos entrelazados con los de ella.

- Jimin,ya sé que siempre tienes alguna discusión con tu padre y después te sientes mal pero, ¿Quieres saber que  hacer para deshacerse de ese malestar o cuando creas que ya no puedes más?- el chico asintió atento a las palabras de su madre- Tienes que contar hasta diez.

Jimin se quedó sorprendido ante aquella respuesta.¿Contar hasta diez?¿Cómo una cosa tan fácil pudiera hacer eso?

-¿Contar hasta diez?-,la madre asintió,- Pero ¿cómo?No puede ser posible eso.

- Si es posible Jimin porque cuando yo era como tú pasaba los mismos problemas y mi madre me aconsejó hacer lo mismo que te estoy diciendo.- Jimin la miro todavía sin poder creerse lo, ¿pero que perdía intentando?

- Esta bien.

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La mesa ya estaba lista y solo quedaba que todos se sentarán y comenzarán a comer.

- Muy bien Jimin, seguro que con esto tu padre podrá disculparse contigo al igual que tú ,¿Verdad?-,el chico asintió ansioso porque se imaginó por una vez que el plan de su madre funcionaria.- Voy a buscarlo, tu quédate aquí y no comas nada,¿Vale? Recuerda que tengo ojos en todas las paredes y que estás me  cuentan todo.

La madre se fue sin antes volver y hacerle de "te estoy vigilando".

Jimin se quedó sentando pero al cabo de un rato puso sus manos en la mesa para poder estirarse y ver si alguien venía.