1.- Luces Rojas

9.3K 419 184
                                    

"All Too Well- Taylor Swift"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"All Too Well- Taylor Swift"

Este sería mi último intento, no podía dejarlo ir de esta forma, no debía irse. No al menos sin saber que sería padre de un niño, de nuestro hijo, tal vez de esa forma se quedaría por un tiempo y no lo decía sólo por mí, si no por ese ser inocente que se encontraba en mis entrañas, yo podría vivir si él ya no me quería. Sin embargo no me hacía demasiadas esperanzas, el giró inesperado de las últimas horas me hizo darme cuenta que no lo conocía como yo creía.

A pesar de los ruidos extraños que profanaba mi vieja camioneta aumente la velocidad, excediendo a duras penas los 80 km/h, el motor de la pick-up que perteneció a mi abuelo se tambaleo en respuesta, dejándome con el temor de quedar varada a mitad de la nada y no llegar a tiempo. Alejé ese pensamiento de mi cabeza, no necesitaba envenenarme yo sola de malas cosechas que sólo me distraían de mi objetivo. Lograr llegar a casa de los Namikaze antes de que estos la abandonaran y con ella, a mi hijo.

El bosque de Konoha pasaba a velocidad a mis costados, hojas verdes llenaban mi imaginación y mis recuerdos, soñando en el último momento de felicidad que me había embriagado tan sólo dos días antes. Minutos después me hayaba frente a la casa del padre de mi hijo, un lugar sin dudar hermoso, lleno de luz tanto por fuera cómo por dentro, altos muros de color marrón y más de una maceta en el vestidor.

La cochera se encontraba completamente abierta, gracias al desnivel fue que pude pasar sin ser notada por los integrantes de la familia más rica de Konoha, de igual forma logré atisbar que casi todos los miembros se encontraban en una pequeña reunión, excepto el más joven.

No podía negar que los nervios me estaban carcomiendo las tripas, las mariposas de amor que sentía cuando lo miraba ahora se encontraban drogadas y alimentándose de mis intestinos, mis manos sudaban mis penas y mis labios se encontraban a mitad del Sahara. Corrí directamente al porche de la masión Namikaze para poder adentrarme tanto en el recinto cómo en mis miedos.

¿Qué sí no lo reconocía? ¿Qué sí no quería tenerlo? ¿Qué sí nos abandonaba? ¿Que sí ya no me amaba?No, sacudí la cabeza para tirar a la basura toda esa mierda que yo sola me preparaba, los conflictos con mi interior debían estar en paz para poder arriesgar el todo.

Las escaleras a su recamara me parecían eternas, nunca tan largas e interminables. Una vez ahí abrí lentamente la puerta y con la nuca empapada de secreción entré.

Él se encontraba ahí, por supuesto, tan apuesto y hermoso cómo era su costumbre. Su varonil espalda me saludaba con desdén y supe que mi batalla estaba perdida, ¿cómo pude pensar que tendría la fuerza de enfrentarlo? Cerré la puerta con pestillo.

— ¿Por qué te vas?— dije con los ojos cristalinos, trataba de aguantar las lágrimas con todo mi ser, no quería que me viera llorar—. Mejor dicho, ¿Por qué te vas sin tan siquiera avisarme?

CONSECUENCIAS (Naruhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora