Capítulo 8

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Las horas pasan pero mi desesperación aumenta por cada minuto que se queda atrás. Con desesperación miro mi reloj, esperando que así, el tiempo se pase más rápido. Lo único que deseo es que se acabe la última clase para volver a casa y cargar mi móvil. Por dios, aún no entiendo cómo pude tener tan mala suerte.

Miro a todos lados, pero no encuentro nada que me de esperanza. La profesora parece tan interesada en lo qué está explicando... no la he escuchado en toda la clase.

- Vamos, vamos.- murmuro muy bajo para que nadie me oiga.

Mis súplicas parecen hacer fruto porque el sonido del timbre suena, dándome una alegría indescriptible. Sin esperar a que los demás se levanten, recojo todo mi pupitre y me levanto rápidamente, desapareciendo por la puerta.

Sin mirar a atrás, empiezo a correr por los pasillos, los cuales poco a poco, se empiezan a llenar de estudiantes que desean salir del instituto.

Corriendo, salgo del instituto; ni siquiera espero a Lara.

Quince minutos después, los cuales pasé corriendo, llego a casa. Abro la puerta enseguida sin saludar a mi madre, la cual veo en la cocina.

- ¿Por qué tanta prisa, señorita?- mi madre se asoma para verme correr por las escaleras. Por su tono de voz, presiento que está enfadada.

No la contesto, corro hasta mi habitación y saco mi móvil de la mochila. Apresurada, busco por los cajones el cable para cagarlo, tirando cajas al suelo. Finalmente, encuentro el cable y sin esperar nada, cargo el móvil.

Muevo los dedos nerviosa, esperando que el móvil tenga suficiente batería como para encenderse.

Después de esperar interminables segundos, consigo que el móvil se encienda.

0 llamadas perdidas

0 mensajes recibidos

Frustrada, dejo escapar un gran suspiro de decepción. Tenía la esperanza de que me hubiera vuelto a llamar o me hubiera dejado un mensaje. No fue mi culpa que se me haya cortado la llamada.

Últimamente mis días no han estado rodeado de buena suerte. Esto es desesperante.

Sin nada más que hacer en mi cuarto, bajo hasta el comedor para almorzar. Al llegar a él, me encuentro con mi madre cruzada de brazos con la cara seria. Mala señal. Está enfadada.

Sin mirarla, me siento en la mesa donde mi almuerzo me espera.

- Explícamelo.- la voz de mi madre suena rompiendo el silencio que había a nuestro alrededor.

- ¿Qué quieres que te explique?- pregunto confundida, alejando mi comida a un lado para poder hablar con ella.

- Mira Eva.- nunca había visto a mi madre hablarme con este tono tan serio.- La semana pasada me llamaron para avisarme de que te habían castigado, pero lo deje pasar.- al ver que no respondo, continúa.- Pero hoy me volvieron a llamar avisándome de que te habían echado de clase. Explícame eso, Eva.

Permanezco unos segundos callada, pensando en las palabras adecuadas para hablar.

- Mamá... Me echaron de clase porque él móvil empezó a sonar.

- ¡¿Qué?! ¿Es que no te he repetido miles de veces que no debes llevarte el móvil a la escuela?

Lo que dice es totalmente cierto. Ella siempre ha sido muy estricta con mis estudios y nunca me permitía llevarme el móvil a las clases porque pensaba que me iba a distraer con él. Al cabo de unos meses empecé a llevarme el móvil algunos días para hablar por mensaje con Lara cuando no teníamos clase juntas... y acabé llevándomelo todos los días.

- Losé mamá, lo siento.- mis disculpas son sincera pero por el silencio que se ha formado a nuestro alrededor, dudo mucho que se haya calmado.

- Te voy a quitar el móvil.

- Pero...

- No quiero oírte rechistar.- me interrumpe sin dejarme defenderme.- Te voy a dar la última oportunidad, cualquiera llamada que me hagan para avisarme de tu mala conducta te saco de ahí.

Ruedo los ojos disimuladamente. Mi madre suele ser demasiada estricta conmigo. Cualquier fallo que tengo, lo convierte en una montaña de problemas. Repaso lo que me acaba de decir en mi cabeza.

- ¿Espera qué?- rompo el silencio que se había formado entre nosotros.- ¿Me sacas de ahí? ¿Qué quieres decir?

- Lo que significa Eva, es que vuelves a hacer algo inapropiado y te saco de ese colegio.

- ¿Qué? Mamá, no puedes sacarme de ahí por tener algún error, mamá. No es justo. Tengo derecho de equivocarme.

- Eva, esto lo hago por tu bien. Por tu futuro. Tienes que tener un buen expediente para poder entrar en la universidad y estudiar medicina como tú padre.

- Mamá.- suspiro con frustración.- Yo nunca he dicho que quiera ir a la universidad y mucho menos, ir a la facultad de medicina. Mamá no puedes obligarme a hacer algo que no quiero.

- Soy tu madre y me preocupo por tu futuro. Compórtate o sufrirás las consecuencias. Fin de la conversación.

Con esa frase, mi madre se levanta de la mesa.

Estoy harta de estas situaciones. Mi madre no puede formar mi futuro. Es mi futuro. Pero lo más molesto es que me tiene en el punto de mira. Nunca me comporto mal en clase, y si estos días lo he hecho, no puede enfadarse de ese modo. Ella me conoce y sabe que yo no soy así...

Sin ganas de seguir comiendo, recojo la mesa y limpio los platos, mientras intento despejar mi mente a otro lado. Sacándome de mis pensamientos, la puerta se abre, revelando a mi cansado hermano. Él, al ser mayor de edad, va a la universidad a estudiar derecho. Derecho... cuando mi madre se entero de lo que había decidido estudiar se decepcionó un poco porque según ella: su padre podría haberle dado grandes oportunidades en el hospital.

A veces lo envidio. Él siempre fue responsable, sacaba buenas notas... pero aún así él era el único capaz de tomar sus decisiones, no se dejaba influenciar de nadie.

Quince minutos después, subo a mi habitación y me tumbo en la cama, pensando en cosas sin sentido. El sonido de mi móvil me sobresalta, rápidamente acepto la llamada, evitando que mi madre me lo quite antes de poder contestar.

Con miedo, llevo el móvil a mi oído deseando y, a la misma vez temiendo que sea él.

- Notición.- la voz de Lara me quita todas las esperanzas que tenía.- One Direction se marchan ya de España.

Todas las esperanzas que pude haber tenido de volver a hablar con él se esfuman rápidamente al chocar con la cruda realidad... Se marchan de España... para volver a su país, Inglaterra....

Let me write my own novelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora