Un chirrido, un gran y fuerte chirrido provoca que me sobresalte. Instintivamente, miro enseguida hacia donde proviene. Noto como mi corazón da un respingo cuando veo un coche a escasos centímetros de mí, frenando de golpe.
- Lo siento, lo siento.- una voz suena desde dentro del coche.
Ni siquiera me he detenido a mirar nada, estoy paralizada al ver el coche a escasos centímetros de mí... podría haberme atropellado.
- ¿Estás bien?- se oye una voz después de ver como alguien sale enseguida del coche.
Esa persona está pálida, parece... <Oh, dios>, pienso cuando veo la persona que está delante de mí. La misma persona a la que vi hace semanas en aquel centro comercial... Harry Styles.
Debería de estar asustada debido a que casi me atropellan. Tendría que estar con el corazón acelerado, apunto de salirse de mi pecho. E incluso podría estar llorando por lo que me podría haber pasado... Pero no. No estoy haciendo nada de eso. Estoy quieta, con la respiración algo acelerada debido al susto y mirando a la persona que tengo delante de mí. Cara pálida como la nieve, ojos preocupados... está más impactado que yo.
- Estoy bien.- mi voz suena un poco insegura y también se nota que estoy temblando, pero da igual lo dicho, dicho está.
- ¿Eva?- dice como saliendo de su burbuja.
Vaya, eso si que no me lo esperaba. Las posibilidades de que se acordara de mí eran casi nulas. Este chico conocerá a miles de chicas a la semana y ¿se acuerda de mi?
- Em...- empiezo a tartamudear. Las veces que hablo con él siempre me pasa esto, me pone nerviosa.- Yo... esto... - es inevitable, empiezo a ponerme tan nerviosa que apenas puedo hablar.
Como acto de nerviosismo, rasco mi nuca con mi temblorosa mano, bajando la mirada al no saber que decir.
Mis manos están temblando, se ve claramente; tanto que noto como él aparta la mirada de mí hacia mis manos.
- ¿Estás bien?- vuelve a preguntar mirando mi temblorosa mano.
¿Podéis imaginaros como se sentiría tener miles de mariposas saliendo de golpe en tu estomago? Pues eso mismo estoy sintiendo al notar como se acerca a mi y me agarra mi mano.
Siempre me habían dicho que tenía la mano pequeña, parecida a una niña de doce años... pues bien, no lo había creído hasta ahora. Es claramente notable la diferencia que existe entre su mano y la mía. Aunque su mano parece más ruda, es suave, da ganas de agarrarse a ella todo el día...
- ¿Qué te pasa?- pregunta acariciándome los nudillos con su dedo.- ¿Por qué estás temblando?
En todo este momento no he sido capaz de mirarle a los ojos. Sé que empezaría a tartamudear de nuevo. Sin embargo, su otra mano libre me sujeta la barbilla y me sube la cabeza suavemente, haciendo que le mire.
Sonríe tiernamente y es casi imposible no sonrojarme en este momento.
- Sí, que eres Eva. Pensé que me había confundido.- en ningún momento ha dejado de acariciar mis nudillos en un tierno masaje.- Siento lo de antes. Estaba distraído- dice, refiriéndose al casi accidente.- ¿Estás bien?
Asiento para no soltar ninguna palabra que me pueda avergonzar. <Relájate>, pienso.
- ¿Segura?- pregunto poco convencido.
Vuelvo a asentir y parece que le convenzo porque vuelve a esbozar otra de sus sonrisas.
- Lo siento de veras. No fue mi intención hacerte pasar un mal rato.- dice tiernamente.- Te recompensaré.
¿Recompensarme? No gracias, bastantes nervios he cogido hoy.
- ¿A donde ibas?- pregunta sin dejar de mirarme ni sujetarme la mano.
- A casa.- digo tímidamente.
- Pues te yo te llevo. Ven.- se separa de mí y abre la puerta del copiloto.
Por mucho que quisiera no ir andando, no podría ir con él. En primer lugar, porque siempre me dicen que no vaya en coche de desconocidos y, a ver, no es totalmente desconocido pero aún así prefiero no entrar. Y en segundo lugar, estaría demasiado incómoda.
- Ven, no te voy a comer.- dice divertido al ver que no entro.
- Gracias pero prefiero ir caminando.
- Pero para mí no es ninguna molestia. Yo te llevo, tranquila.- insiste.
- No, de veras. Me gusta caminar.- miento.- Gracias, pero me tengo que ir ya.- digo nerviosa.
Sin dejarle hablar, salgo de ahí casi corriendo. No es que no haya querido estar con él, es que me sentiría demasiado tímida y nerviosa si estuviera más rato con él, y más en su coche... Espero no haberle parecido antipática.
Siete minutos corriendo pueden estar llenos de nerviosismo si acabas de haber sido casi atropellada por Harry Styles. Pero, finalmente, llego a la calle donde está el edificio. Las calles están sucias y también se puede percibir claramente el olor a licor. No es para nada parecida a donde yo debería de estar viviendo. Me da mala sensación esta calle, es tan silenciosa por el día pero tan ruidosa por la noche....
Llego al portal y antes de sacar la llave que me había dado Sara esta mañana, oigo una voz que es casi imposible no reconocer. Nerviosa, me doy la vuelta y veo el mismo coche de antes, con Harry Styles asomado desde la ventana, mirándome divertido.
- Ahora sé donde vives.- dice desde su coche.
Y, sin decir nada más, se marcha, dejándome con una pequeña y tonta sonrisa en mi rostro. Tal vez, esto no sea tan malo como esperaba....
Espero que os haya gustado.
Saludos :)