Los ojos del perro siberiano

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"Los ojos del perro siberiano" de Antonio Santa Ana

Sinopsis

Un libro que trata del estigma provocado por el SIDA en una familia de clase alta. El protagonista es un niño de 11 años que nos cuenta a modo de relato cómo ve él todo el proceso de la enfermedad de su hermano mayor, desde el contagio hasta la muerte.

Opinión personal

La trama de la historia se basa en un joven que vive en San Isidro y que está a punto de viajar a Estados Unidos. Antes de terminar de preparar sus valijas, narra cómo debió enfrentar el tenso clima familiar que vivió desde que tiene cinco años, cuando Ezequiel, su hermano mayor, se va de casa con dieciocho años tras una violenta discusión. Sus padres nunca quisieron hablar de ese tema, hasta que se enteran que su hermano tiene sida. En lo que serán sus últimos meses de vida, mientras su familia se niega a la enfermedad de Ezequiel y las relaciones se tensan, entre ambos hermanos encarnan una profunda relación; Ezequiel alivia sus frustraciones y depresión por su enfermedad en el cuidado de Sacha, su perra de raza siberiano.

Primero que nada, un buen libro. Una historia tan simple que puede y, de hecho, ocurre en algunas familias de la sociedad actual; pero muestra esta realidad, de una forma un tanto cruda para Ezequiel, quien sufre mucho, por lo que sucedió cuando tenía dieciocho, tanto como en la línea original.

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Uno de los motivos por los que quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los otros, intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza. En los de mamá miedo y reproche…

 

Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos en los que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.”

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Citando una de las frases que más me conmovió de Ezequiel, es por quien comenzaré. Si bien no es el protagonista, fue quien lleva más sufrimiento; martirizándolo un poco, ya que le tocó toda la carga de un pequeño error que, como bola de nieve, fue creciendo hasta que se hizo imparable. A mi parecer, el más humano de toda esta historia junto a su hermano, ya que ambos sufrieron por partes iguales. Uno por la enfermedad y el otro por el simple hecho de ser el hermano.

También sé que el hermano de Ezequiel, nuestro narrador, se merece una pequeña parte para hablar sobre él. Si bien nunca se dice su nombre, no fue eso impedimento para sentir y comprender algunas cosas que le sucedían: la ignorancia respecto a su hermano, cosas que le sucedieron en base a la enfermedad de Ezequiel… En fin, alguien que ignora todo lo que conlleva la enfermedad de su hermano, ya que él, a pesar de todo, lo busca. No así como los demás miembros de su familia, que es como si borraran a Ezequiel del árbol familiar. Un gran protagonista que, como dije, no le importó nada y fue por su hermano.

En resumen, no es una gran historia, ni tampoco voy a obligarlos a leerla; pero, les digo, si lo hacen, no se arrepentirán. Un libro que puede ser capaz de sacar una lágrima de sus negros y podridos corazones. En fin, antes de irme por las ramas, solo diré que si quieren leer algo corto, con más de un mensaje para la vida: léanlo, lloren y, si quieren, vuelvan a leerlo, para seguir llorando, porque vale la pena derramar lágrimas leyendo este tipo de historias.

P.D: Ahora iré a adoptar una perra siberiana y le pondré Sacha.

@IgoKun

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