47. 𝒥𝒾𝓁𝓁𝒾𝒶𝓃

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las semanas transcurren, como días, llenos de soledad, angustia y por primera vez un rayo de esperanza, aun que he vuelto a mi estar 100 porciento de mi tiempo en mi habitación, mi madre lo ha entendido todo, me han prácticamente obligado a denunciarlo, pero me negué, no estoy emocionalmente estable para contar todo frente a un juez, policías, además todos sabemos no ganaría nada, el padre de Lucas tiene a todos los abogados del estado a su favor, y sabemos que la pena máxima para él, seria un multa que no valdría ni la mitad de mi vida.

—¿esta todo listo? —pregunto a mi padre que esta del otro lado de la linea

—si, he llevado tus papeles a la universidad, esta todo listo, solo falta preparar tu habitación y estarás lista para venir

—no, no hace falta Kris me ha pagado la renta de una casa por un año —miento por no decir que casi me la regalo

—Kris tan amable —escucho que suena molesto —pero podemos vernos, la verdad creo que me tendrás en la cena, porque no sé cocinar ni una mierda —rio

—Aurora estará feliz de tenerte y Janis no para de hablar de lo emocionada que esta por que vegas —mi padre trata de ser entusiasta al hablar de su otra familia

—no puedo esperar a salir de aquí —admito —solo tienes que ir por tus créditos a la escuela y estarás lista Lia —y cuando escucho como me dice mi padre, me duele el estomago, porque es el único que me dice asi

—debo irme, te veo pronto —digo y cuando se despide, cuelgo

Puedo ver mi habitación y el sentimiento de pánico se apodera de mi, estoy a nada de dejar todo aquí y no sé como voy a lograr hacerlo

— ¿Quieres que te lleve a tu ultimo día de escuela? —mi madre interrumpe en mi habitación

—no es mi ultimo día...

—sabes a que me refiero —bufa

—si, la verdad solo tengo que entregar un libro y seré libre —tomo el libro y sin mas bajo junto con mi madre, ella me regala una sonrisa, toma las llaves de su auto y me lleva a mi ultimo día de clases

—te voy extrañar muchísimo —admite

—me alegra que tengas a alguien como David, parece hacerte feliz y me da cierto consuelo no dejarte sola —

—ningún hombre se comparara con mi hija —dice, pero es una mentira, porque mi madre es la mujer que dejaría todo por ser amada por alguien como David

—eso dices y en la primera clase de cocina me mandaste a la mierda —suelto una risa y ella hace lo mismo

—Quédate Hija, lo solucionaremos —

—no estas hecha para esto mamá, no quiero que sufras mas, tengo que salir de aquí e irme con papá suena tan prometedor, he pasado toda mi vida aquí y no puedo recordar algo bueno que me haga quedarme —

—¿estas segura que irte con él resolverá todo? —pregunta

—no, pero el quedarme aquí tampoco hará una diferencia, al menos estaré lejos de todos

—lo siento Jillian, trate de darte lo mejor y ...—la interrumpo —deja de hablar, las cosas esta hechas, además podrás ocupar la casa para tener sexo con David —rio

—¡Jillian! —chilla

—vamos, es verdad, solo por favor no en mi habitación

—deja de ser tan sucia —se ríe

—Da igual, puedes esperarme en el auto, no tardare mucho —propongo y cuando llegamos a la universidad, aparca el auto y me deja entrar a este espeluznaste lugar

Tenderly; Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora