Jeon Wonwoo es un chico muy tranquilo, estudiante de universidad con una mirada llena de melancolía, demasiado aferrado a sus recuerdos de niñez. un día uno de sus profesores le propone ser tutor de un chico idol, un niño mimado al que deberá apoyar...
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-dime hijo como es tu vida ahí? -
-oh, es increíble, he aprendido muchas cosas, justo ahora estoy en un estudio del suelo en Canadá, bueno una zona algo alejada de donde me quedaba, un profesor me ayudo, tengo muy buenas calificaciones por eso me eligió dice que si sigo así tal vez podre acelerar el proceso de la titulación-
-estoy muy feliz por ti hijo!!-
-sí, yo me graduaría hasta el otro año, pero si todo va bien se reduce a la mitad-
-mira Sami, tu hermano es inteligente! -
-si... dime hermano, como es que tú y Wonwoo son amigos-
-oh eso...-
-cuando eran niños eran inseparables, vivíamos frente a la casa de Wonwoo, y Mingyu se la vivía con él, era como ver un par de gemelitos caminando, siempre iban a todas partes juntos, ya lo recuerdo ahora-
-oh...mamá-
-me alegra que se hayan topado, de haber sabido que era él le había dado otro trato-
-y tu porque no me dijiste el nombre de tu hyung Sam? -
-no pensé que fuera necesario- respondió de forma grosera.
-cuanto tiempo tiene viniendo aquí? -
-cuando el comenzó su servicio social, ya tiene un tiempo, pero mi Sami ha mejorado mucho con su ayuda-
-Wonwoo siembre fue brillante-
-si, y ahora que te quedes aquí y venga a darme clases, estarás ahí interrumpiendo? -
-Sam! -
-no te preocupes mamá, no, no soy así, si es su trabajo contigo lo dejare hacerlo, de hecho, mañana iré a verlo, mamá espero que no te moleste-
-claro que no!! Has venido aquí no para quedarte encerrado siempre, ahora que se esto, que se encontraron, nada me hace más feliz que eso-
-gracias-
Sin saberlo la rivalidad entre los dos, o más bien de Sam hacia Mingyu creció, no sabía que pasaría esto, jamás lo habría imaginado, Mingyu en su casa debía sentirse incómodo, ahora pienso que si nos vio besándonos, pero no sabe cómo sacar el tema...no quiero que piense mal de mí, no tengo nada con su hermanito, solo, solo, no sé cómo rechazarlo, es un niño.
La semana iba lenta, ese día paso por mí, lo lleve a mi universidad, le conté de una beca que me ofrecieron para ir a Whitewater, una universidad pequeña pero internacional, la tuve que declinar por mi trabajo de medio tiempo, se molestó mucho, pensó que si hubiera ido habríamos estado juntos desde ahí, el recordaba todo, cada cosa que hablábamos desde niños, teníamos tanto por hablar, me hablaba de su escuela, su vida en América, sus ganas por querer vivir otros lugares, los lugares que había visitado a los cuales quería llevarme, decía que vivir en Canadá le recordaba a mí, era un lugar frio, había nieve...
-desde que éramos niños, cuando te veía pensaba en la nieve, eres tan blanco, puedo ver tus venas, tus ojos son tan fríos, pero en el fondo, así como en Canadá, dentro de las casas hay calidez, así eres tú, aun eres así? - asentí bajando la mirada mientras comíamos un helado.- tienes novia? ¿Has salido con alguien? -
-oh...no, no tengo tiempo-
-que? ¿Es enserio? Eres muy guapo, debes gustarles a todos-
-como los dijiste antes, prefiero poner límites con las personas, solo me junto con Hoshi, Jun y Woozi, son mis amigos del salón, soy demasiado serio para las chicas-
-ohhhhhhh...que bien- dijo Mingyu susurrando.
-y tú? -
-mmmm, antes de irme veía a una chica, pero nada serio, solo eramos amigos, entonces me fui a Canadá, ahí solo somos 10 personas, mayoría chicos, tengo amigos, Seokmin, Minghao, son buenos, desearía presentártelos, les cuento de ti siempre- reí incomodo- no me crees? -
-les contabas de mí? ¿Aun cuando no nos habíamos visto? -
-sí, siempre hablaba de ti, quería volver, pero no podía, no tenía edad, ahora la tengo, pero no tengo dinero-
-no necesitas venir, cuando te vayas estaré bien, seguiremos siendo amigos- cuando dije eso sentí una punzada en mi corazón, casi no hablábamos del momento en que se iría, lo evitaba porque lo quería aquí, conmigo, por qué? Por la única razón de que estaba enamorado de él desde hacía tanto tiempo, enamorado de una imagen de mi cabeza que yo cree, y ahora estaba frente a mí, con esa mirada brillante, como todo un hombre, era imposible no seguir escapando de eso.
En un abrir y cerrar los ojos las dos semanas se convirtieron en 4 días, y a mí me tocaba ir a ver a Sam, Mingyu se fue a su habitación para no interrumpir, aunque desearía que se quedara.
-hyung-
-mm?-
-tu me quieres? -
-eh!????????...yo? que estas diciendo-
-tú me quieres? Respóndeme -
-eres un gran chico, te aprecio mucho-
-me quieres? -
-pues si-
-pero me quieres como un hermano-
-Samuel porque preguntas esto? -
-porque no quiero que te alejes de mi-
-alejarme? Solo soy el chico que te da clases Samuel, no dramatices-
-porque dejas que te bese? - diablos, cierto...porque.
-no es momento-
-sí, si lo es, nunca me respondes mensajes...dime-
-porque...porque no lo sé Sam-
-por qué te doy lastima? -
-no, claro que no-
-entonces? ¿Te gusto? -
-...eres muy lindo, y dulce, enserio, pero te he dicho que eres u niño, eres un niño para mí, imagina lo que diría tu madre? ¡Me iría preso! La confianza que me dieron por venir se iría al demonio-
-nadie diría nada hyung...lo prometo...-
-no, no, no es eso, enserio, eres adorable pero no puedo co-corresponderte...-
-porque...estas con alguien ahora? Apenas ahora tienes el coraje y me rechazas, es decir siempre me dices que no, pero me dejas besarte...¿porque ahora no? -
