Jeon Wonwoo es un chico muy tranquilo, estudiante de universidad con una mirada llena de melancolía, demasiado aferrado a sus recuerdos de niñez. un día uno de sus profesores le propone ser tutor de un chico idol, un niño mimado al que deberá apoyar...
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-está nevando...hay que llegar a la estación- al terminar de caminar por todo el acuario salimos de ahí encontrándonos con que había nevado, está noche podría ser más cliché? Fuimos a la estación para regresar a casa, el usaba el reloj que yo le regale, no dejaba de mirarlo y sonreír como un niño pequeño, tomaba mi mano a escondidas de los demás, ¿porque estaba dejándolo hacer esto? ¿Es que así trataba a todos sus amigos?
-cielos, el regreso fue mucho más rápido...-
-si...- ambos caminábamos cerca de mi edificio, aun nevaba, Mingyu se había puesto la capucha de su chaqueta y yo un gorro que llevaba conmigo.
-ya son las 9 de la noche, no se enojará Hoshi si llegas tarde? -
-no, hoy fue a visitar a su mamá, se quedará con ella estos días-
-ohhhh...así que...así que estarás solo-
-si...algo así, tal vez voy con mi mamá mañana, no se- levante los hombros desinteresadamente.
-en pocos días me regresaré...pero estoy feliz de haberte visto, y poder salir contigo, te robe esas dos semanas de tu vida por arrastrarte conmigo-
-no me arrastraste a nada, yo...yo quería verte...-
-si todo va bien terminare la universidad igual que tú, si no bueno, un año-
-confío en que todo te ira bien, eres muy inteligente-
-tú también! ...cuando me vaya, seguirás dándole clases a Sam?-
-no sé, si termino mi papeleo no lo creo, puedo ayudarle sin paga ni nada, pero creo que estaré ocupado por los finales y eso-
-ah...sabes estoy muy feliz de haber podido estar contigo, de haber hecho revivir nuestra amistad-
-siempre vivió...-
-si...lo sé, pero es que estos días que he estado en casa, justo después de dejarte me cuesta creer que es real, estar aquí, poder hablarte y verte, a veces pienso, si será Wonwoo? ¿Mi Wonwoo? -
-mi? ...- susurre, me emocione, un poco, solo un poquito.
-eh? ...ah...mmm...- después de varias cuadras llegamos a la puerta de mi edificio. - supongo que me tengo que ir, hace mucho frio, debes estar helándote-
-sí, un poco...te...te veré mañana? -dije algo inseguro.
-espero que si...gracias por esto- levantó la mano mostrándome el reloj, yo ya había comenzado a subir los escalones cuando él me detuvo.
-si...es lindo no? -
-será mi mayor tesoro, al igual que tus fotos- dijo bromeando, con esa hermosa sonrisa, con sus lindas mejillas que quería morder, quiero que se quede...quiero que no me olvide más.
Levante una de mis manos para acariciar su mejilla, se sorprendió por eso, pero me seguía sonriendo, la luz de la noche alumbraba magníficamente su rostro, mi corazón latía como loco, como si me hiciera fuerte si estábamos juntos, como si tomara valor de toda la vergüenza que sentía. El me miraba los ojos y yo le miraba la boca, nada discreto, si no lo hacía ahora, me arrepentiría, está bien, si esto está mal, pues fue mi error y me disculpo.
Con mis manos tire de su capucha hacia mí y le di un pequeño beso en los labios, un beso muy corto con un perfecto muak, para evitar que mire mi rostro lo abrace después de eso, sentí que me derretía, era tan penoso, pero sus manos me sujetaban fuerte de la espalda.
-te veo mañana...- dije separándome de él un instante, lo mire, demasiado tímido para mi gusto, pero así tiendo a ser cuando hago algo loco, o fuera de mis limites, había algo en sus ojos, algo que me decía que no se iría aún. Y eso era lo que también quería yo.
-espera, ¿sí? - apretó mi mano y me sonrió para irse a la esquina y sacar su celular.
-bueno? ¿Mamá? ...sí, estoy bien, estamos bien, estoy con Wonwoo...si...si lo se...es algo tarde y me quedare con él, con él y Hoshi...te hable de él también...si...si, lo prometo, llegare temprano mañana...te amo mucho mamá, gracias! -
-paso algo? - dije cuando volvió a mi sonriendo.
-si-
-oh...que? -
-esto- me atrajo a él y me beso, no como lo hice yo, me beso como solía hacerlo Samuel conmigo, pero había algo diferente, no era el, era Mingyu quien mantenía mis labios contra los suyos, los besaba, besaba mi boca, me sujetaba por las mejillas para evitar que me aleje, era un beso largo, muy largo, mis pulmones se quedaban vacíos, se llevaba todo de mí, normalmente cuando Sam me besaba así, por un largo tiempo era yo quien se apartaba, pero esta vez, esta vez no me importaba quedarme sin aire, quería seguirlo, quería que no dejara de besarme así.- puedo quedarme hoy- me pregunto entre respiraciones, mantenía nuestros rostros cerca el uno del otro. Sabía que si respondía algo sería una estupidez, así que solo asentí, tomados de la mano subimos a mi departamento, el elevador se había vuelto tan cálido, la nevada repentinamente era la oleada de calor más intensa.
-buenas noches Wonwoo- dijo una de las vecinas del piso en que vivía, solté la mano de Mingyu al verlo entrar, lo miré y sonreí.
-bu-buenas noches- respondí como un estúpido retrasado.
-buena noche- también la saludo Mingyu juntándose un poco más a mi cuerpo.
-hola- ella le sonrió, todos mirábamos el número que avanzaba lentamente hasta nuestro piso, son que ella lo notara, debajo de las miradas, los dedos de Mingyu buscaban los míos. Lo mire sorprendido y el me sonrió. - que tengan linda noche-
-igualmente- hice reverencia obligando a Mingyu a imitarme.
Entramos a mi departamento, me saque la chaqueta y el hizo lo mismo con la suya, miro con atención cada cosa dentro, como si fuera la primera vez que entraba, yo sabía muy bien a donde iba todo esto, ¿pero como se comienza? Ni siquiera sé qué clase de ropa interior llevo puesta, pensaba esa clase de cosas estúpidas, aunque también pensaba que tal si todo está en mi mente, mientras mi cerebro y las voces habitantes ahí peleaban, mire a Mingyu ir hacia la puerta que iba a mi habitación, antes de abrirla me miro e hizo un ademan para obtener mi permiso de entrar. Asentí. Abrió la puerta y yo suspire, como si hubiera dejado de respirar desde que entramos, estoy tan nervioso, este silencio me vuelve loco.
Cuando lo seguí a mi pieza él estaba sentado en la orilla de mi cama mirando el librero que tenía, algo inseguro me senté a su lado cuando me invito golpeando la cama un poco.
-te gusta mucho leer-
-si...-
-me gusta, siempre tienes de que hablar- dijo sonriendo sin mirarme, entonces puse mi mano sobre la suya y el entrelazo nuestros dedos jugando un poco con mi mano, moviéndolas, era como si lo frio de mis manos se derritiera en el calor de la suya, hubo un momento donde no sabía cuáles eran mis dedos o los suyos. - esto está bien? - dijo mirando nuestras manos. Volví a asentir- ¿te gusta? ...- susurro muy bajo y me miro de reojo, yo hice lo mismo y moví mi cabeza en señal de un sí. - esto será suficiente? ...- acercó su cabeza hacia mí, sus palabras fueron un suspiro arrastrado que aterrizo en mi mejilla, sentía sus ojos sobre mí y finalmente le mire al os ojos.
