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Termine con dos libros en mi mochila, mientras Mingyu pagaba me escabullí entre los artículos que tenían ahí, decidí comprar algo a escondidas de él, podría ser un buen detalle antes de que...se vaya.

-dónde estabas?!! ¡Me asusté mucho! -

-lo siento me quede viendo algo, vamos a comer ahora, tengo hambre- cerca de donde estábamos había un restaurante muy lindo que conocía, había venido varias veces con Hoshi así que entramos y pedimos.

-sigues siendo alérgico a los mariscos? -

-absurdamente si-

-ohhh, entiendo y tú? ¿Hay algo que no comas? -

-mmmm, como casi de todo, me gusta comer y hacer de comer...-

Nuestra charla se iba en eso, todo era tan ameno y cálido, podía ver como las otras personas nos miraban con esa expresión que siempre he odiado, cuando piensan que es una cita, hoy, estaba disfrutando esa expresión de los demás, estábamos tan cerca el uno del otro comiendo y robándonos comida de nuestros platos, riendo, divirtiéndonos, por un momento olvidé que se iría de regreso.

-es hora de irnos, se hará tarde-

-a dónde iremos? Ya está oscuro-

-así será mejor- mientras tomaba mis cosas se provecho de mi descuido y pago la cuenta, me dije a mi mismo que yo pagaría lo que siguiera. Tomamos un autobús ya que dijo que no estábamos lejos, y así llegamos.

-chachaaaaan-

-Mingyu...-

-siempre me contaste que querías venir recuerdas? En Chicago hay un acuario que sé que te gustara mucho, fui por ti, para ver si te gustaría, fui a todos los acuarios por ti, pensando que te llevare a uno, mamá me dijo que este es el mejor de los demás-

-whoa...no sé qué decir...-

-no digas nada y vamos, tenemos que comprar boletos para entrar-

Siempre quise venir al acuario, mas nunca vine porque una ocasión, hace mucho tiempo le conté a Mingyu que quería visitar uno, y él me respondió que vendríamos juntos, crecí con la absurda idea de que vendríamos realmente, nunca olvide eso, siempre resguarde ese deseo en mi corazón, y hoy estamos aquí, mirando las exhibiciones pequeñas hasta poder llegar a donde tenía más curiosidad, el largo pasillo donde vez el agua azul, y un sinfín de peces hermosos sobre ti.

-whaaa mira esto- decía siempre que se sorprendía, me tomaba la mano y me acercaba para ver, aunque me sentía nervioso estaba demasiado feliz.- qué hora es?-

-serán las 7-

-oh no, ven, corre-

-qué pasa? -

-hay un espectáculo a esa hora, tenemos que llegar para verlo, quiero que lo veas- caminamos deprisa para llegar, había muy poca gente, supongo que los demás estarían dentro, era el túnel oscuro, solo se reflejaba el azul del agua, pero si intentaba ver al final del pasillo no podía, todo era tan lindo, los peses sobre nosotros de pronto desparecieron.

-whhaaaaa que paso!!- dije quedándome en medio del pasillo mirando a todos lados, Mingyu se paró a mi lado y puso su brazo en mis hombros.

-mira- apunto al túnel de cristal sobre nosotros y los peses salieron nuevamente, esta vez como si bailaran sincronizada mente. - dicen que, a esta hora en la noche, después de alimentarlos hacen un recorrido natural dentro del estanque, como si se acomodaran ellos mismos, se ve increíble no? -

-si...- todos los colores de los peces, sus distintos tamaños, las especies, todo sobre nosotros como si no existiéramos ahí, bajo esas toneladas presurizadas de agua, solos él y yo, como si también quisieran darle una despedida a Mingyu...despedida...es verdad...estar aquí pronto será solo un recuerdo lejano...- Mingyu...- dije sin mirarlo.

-mm?-

-yo, tú has dicho que querías que te diera un regalo-

-era broma...no es necesario que compres algo para mí, estar aquí es mi mejor regalo no crees? -

-si...pero aun así te compre algo- saque de mi mochila la cajita que compre en la biblioteca y se la entregue. - lo compré cuando me perdí en la biblioteca, me pareció lindo-

-que es...- abriéndolo me miro indeciso, le indique que continuara y se topó con un reloj, un reloj interesante, el fondo era un mapa del mundo entero, las manecillas largas cubrían el otro pequeño círculo, otro reloj diminuto donde podías marcar la hora de otro lugar.

-en uno es la hora de tu lugar, donde vives ahora, y el pequeño es la...la hora de aquí- tartamudee mientras lo decía, no pensé que fuera algo tan romántico o cursi cuando lo compre, pero ahora que lo digo es ridículo. -o puedes ponerle otra hora, la que quieras no es necesario que sea la de aquí-

-Wonu- como estaba punto de arruinar el monumento me abrazo fuertemente, mire a todos lados pensando que había alguien ahí, pero no, estábamos solos, solo así me relaje un poco y devolví el abrazo, tan fuerte como quería, siempre me contengo cuando él me abraza, nunca lo hago yo, pero esta vez tendría la oportunidad de estrujarlo tan fuerte como él lo hacía conmigo.- gracias...gracias...-

-whaa miraaa- escuche la voz de unos niños acercándose y nos alejamos, no sin antes sonreírnos el uno al otro para así continuar nuestro camino dentro del acuario.

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