(CANCELADA) FNAFHS Fairy

Cap 7

—¡Oh vamos Eak! —. Se quejó Foxy golpeando la puerta de la casa del nombrado.

—¡DEJA DE CHINGAR VETE A LA VERG*! —. Gritó fuertemente Eak, el pelirrojo se rascó la nuca pensando en rendirse.

—Al menos dime por qué te has encerrado, no es propio de ti no querer cazar —. El peligris no respondió, simplemente se tapó más con las sábanas abrazando su almohada — Ahg... Como quieras, le diré a Golden que venga a por ti —.

—No pienso abrirle —. Respondió.

—Lo que tú digas —. Rió Foxy antes de marcharse.

Eak suspiró levantándose de la cama. Se dirigió al baño y se lavó la cara con el agua de un cuenco. Se miró al espejo.

—¿Qué verg* me pasa? —. Se quejó observando su cabello totalmente despeinado — No lo entiendo, de verdad que no —. Añadió llevándose las manos a la cara desesperado.

Volvió al cuarto y se tiró en la cama de nuevo.

Aún estaba en "pijama", básicamente llevaba una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones cómodos.

Se llevó el antebrazo a los ojos tapándoselos.

—¿Eak? —. Llamó a la puerta Golden, el corazón del nombrado dió un vuelco.

Se tapó la cara con la almohada y volvió a arroparse.

—No pienso salir, y menos verle —. Susurró para si mismo.

—¿¡Eak!? ¿¡Por qué no sales!? ¿¡Te encuentras mal!? ¿¡Quieres que llame a Bonbon para que te chequee!? —. El peligris negó con la cabeza.

—No lo entiendes, bueno... Ni yo lo entiendo —. Volvió a susurrar.

—¡Si no me respondes ahora mismo voy a entrar! —. Eak sonrió ligeramente, era prácticamente  imposible entrar sin llave... Golden era realmente un estúpido.

Escuchó un fuerte ruido, como el de unos cristales rompiéndose.

—¿¡Q-Qué verg*!?—. Se levantó de la cama dejando la almohada a un lado y corrió hacia el salón, donde encontró a Golden tirado en el suelo después de atravesar la ventana —¿¡Estás loco!?—. El rubio sonrió apartando los cristales tras levantarse — Quitate anda, que te vas a cortar —. Se quejó el peligris tomando de la muñeca al rubio para apartarlo.

—Jeje... Así que no querías porque andas en pijama —. Sonrió el rubio tiernamente. Eak se avergonzó soltando su muñeca para luego simplemente barrer los cristales con su escoba.

—No me mires —. Se quejó, Golden simplemente apartó su mirada de Eak. Entrelazó sus manos por detrás de su cuerpo curioso mirando al techo.

—Ultimamente estás muy raro —. Comentó. Eak acababa de tirar los cristales a la basura, agachó la mirada.

—Púdrete —. Respondió dirigiéndose a su cuarto.

—¿Gracias? —. Empezó a seguirlo. Eak gruñó tirándose a la cama.

—Vete de aquí Golden —. Se quejó arropándose hasta la cabeza y abrazando de nuevo su almohada.

—¿Por qué? —. Preguntó curioso.

—¡Porque yo lo digo! —. Respondió abrazando con más fuerza la almohada contra su pecho.

—¿Estas enfadado conmigo? —. Eak suspiró negando con la cabeza — ¿Entonces estás deprimido? ¿Quieres que te haga compañía? —.

Volvió a negar abriendo ligeramente los ojos. Volvió a suspirar.

—¿Estas triste no? Cuéntame lo que te pasa —. Eak no pudo más, se sentó en la cama desarropándose y miró a Golden.