Una última vez

5. Tom

Nunca me habían humillado de esa manera. Y menos una chica. Bueno, Laura pero eso era totalmente diferente. Nina no me conocía, y tenía ese aspecto de inocencia.

Me quede totalmente sorprendido, no había pasado ni una noche ahí y ya había molestado a alguien. Técnicamente, Nina no estaba molesta, sino ofendida. Lo cual era mucho peor, de lo que había aprendido con el tiempo es que: es mejor que una chica se moleste contigo a que quede ofendida. Cuando ellas se molestan nada mas te ignoran. Cuando se ofenden no te ignoran, simplemente hablan mal de ti y exageran la situación unas mil veces.

Así que mañana tal vez no sea un buen día, Nina podría decir cualquier cosa y claro al parecer todos la defenderían.

Seguí caminando hasta casa de la tía Katia. Cuando me acerque lo suficiente para que ella me viera prendió las luces y bajo.

-Que es ese olor?- dijo moviendo la nariz y haciendo una cara de disgusto total- Y donde esta María?

-Mmm- no estaba seguro- creo que sigue ahí, me fui antes de la cena.

-Eso veo- dijo y me examinó de pies a cabeza, con una mirada de satisfacción total, aunque no pareció notar el huevo en mi camisa y saco- Creo que has comprendido lo indigna que es esa gente, me vuelve loca que Maria se la viva ahí. Son de verdad desagradables, no lo crees?

No sabía que decir. Todos me habían recibido bien y me resultó reconfortante estar en un lugar tan cálido.

-Creo que el único desagradable he sido yo- dije, mientras a mi tía se le formaba una mueca en la cara- Todos ellos me han tratado excelente

-Tonterías! De seguro te sientes así, es razonable, alguien con tu porte y elegancia nunca podría encajar en esa casucha, bueno es mejor que te duches. Y lamento lo de tu ropa ha de haber sido muy cara

Creo que sí notó el huevo.

No respondí.

Entré a mi habitación y me metí al baño. Este tenía un buen tamaño, no era ni muy grande ni muy chico. Contaba con una tina blanca tradicional, suelo de madera y un lavabo mediano que era enmarcado un gran espejo de forma rectangular.

Me vestí y me recosté en la cama. Miré mi celular. Tenía 3 llamadas perdidas de mi padre. No tenía ni las mínimas ganas de hablar con él pero marque su número.

-Tom, entiendo que has llegado- su voz era neutral no decía casi nada

-Si, estoy con la tía Katia.

-Y tu madre?- sonó consternado, supongo que el de verdad pensaba que ella iba a velar por mí las cinco semanas.

-Trabajando, me dejó con la tía Katia. Dijo que iba a venir los fines de semana a verme.

-Ohm, claro, bueno supongo que te llamaré mañana para ver cómo anda todo.

-Oh, claro.- no resistí preguntar- Como esta Kitty?

-Por qué lo dices?

-Pareció muy afectada, la otra noche. No quiero que saqué falsas conclusiones

Mi padre emitió un sonido de disgusto

-Por qué será?!- gritó, quedé aturdido. No podía ver su cara, pero sabía que estaba molesto, muy molesto. Mi padre nunca me gritaba. Solo lo había hecho unas 2 veces; cuando rompí su modelo a escala hecho a mano del Titánic y cuando le dije a Roxanne que era una manipuladora egoísta, se que esa vez lo hizo nada más porque no quería que Roxanne se ofendiera.

-Lamento todo lo que pasó. Perdón, va?-no sabía cómo reaccionaría el después de haberme gritado, así que continúe- estaba molesto, no fue mi día. Fui a la barra y quizás tome unos tragos de más. Pero no quería hacerle daño a Laura.

-Hablando de eso, porque te las agarraste precisamente con la aijada de Roxanne?- Su tono era de superioridad.

Quedé perplejo. Laura era aijada de Roxanne? Bueno, pensándolo ahora no era difícil de creer, se veía que lo fácil lo aprendió de su madrina. Mujeres manipuladoras. Supongo que lo desgraciado se lleva en la sangre.

-Mmm, la verdad es que no tenía ni idea de que Laura era aijada de Roxanne. Laura era…- sabía que no era el mejor momento para decirle que había sido mi novia unos 4 meses. Pero no tuve más remedio- mi novia, terminamos ese mismo día porque la encontré besando al entrenador Lee, cuando fui a recoger a los vestidores mi camiseta. Como era sábado y solo tenía un día de haber salido de vacaciones pensé no podía ser muy tarde para recoger lo que se me había olvidado. Pero al parecer Laura tuvo la misma idea.

-Qué se le olvidó, es decir en vestidor de hombres?

-Supongo que la virginidad

Mi padre aguardo silencio unos segundos

-Laura era la novia con la que insistías que cenemos?- eso era cierto, le había dicho a mi padre que debíamos organizar una cena para que se conocieran, claro pensé que con ella las cosas iban a ser serias.

-Sí exacto, ella misma. Por eso estaba molesto. Sabes lo frustrante que fue ver a mi novia besando a mi entrenador de futbol, bueno si es posible pensar que solo se estaban besando.

No lo pude creer pero mi padre soltó una carcajada.

-Entonces, te emborrachaste para olvidarte de ella?

-Mmm, más o menos- no podía creer lo bajo que había caído, pero él tenía razón. Laura fue la que me indujo a todo eso, al principio pensé que quería atención de mi padre. Pero todo era culpa de Laura- Me siento avergonzado por eso. Y no quisiera que Kitty se sienta amenazada, solo quería decirle que lo siento

-Está bien, se lo diré. Espero que todo vaya bien por ahí?

Dios, mi padre sonaba divertido. Lo peor es que ya no parecía molesta. No es que lo estuviera viendo. Sin embargo, su tono. Antes: sí, ojala que te pudras con tu madre. Ahora: mi hijo es tan idiota, debí suponer que algo así había pasado.

-Mas o menos- sabía que no había tenido una plática con mi padre desde que había conocido a Roxanne, así que sabía que esta era mi oportunidad- Creo que las chicas no son mi especialidad, una me acaba de estrellar 2 huevos en la cara.

-Te entiendo, creo que lo heredaste de mi- su tono era divertido-yo tampoco he tenido mucha suerte. Nada más espero que esa chica no haya sido tan bonita como para lamentarlo

Mmm, eso era lo peor. Nina era tan bella que se le podía confundir con una modelo europea, bueno excepto por su altura; ella era más bien bajita.

-Lo lamentaré toda la vida, de verdad era bonita.

-Bueno entonces, no te rindas tigre.

Tigre? Mi papá de verdad se estaba divirtiendo esto.

-Ni si quiera sé cómo van a ser las cosas mañana. Ya que ella es amiga de Maria, supongo que la veré mucho.

-Si, bueno, que tengas buenas noches.

Colgó. Se que no había sido una charla larga, pero extrañaba a mi padre.

Solíamos hacer todo juntos. El era un hombre de negocios, bastante rico. Y no tenía mucho tiempo libre, pero cuando lo tenía lo utilizábamos para viajar; fuimos a Europa en dos ocasiones, a Egipto una, recorrimos casi toda Latino América. Pero mi viaje favorito fue a las islas Galápagos: no podía creer, la variedad y cantidad de animales y plantas que habían y como un niño, me sentía el más grande explorador que jamás hubiera pisado esa tierra. Sin embargo después descubrí, que Darwin tuvo esa suerte.