7. Tom

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Estaba oyendo ruidos. No sabía exactamente que era, pero decidí averiguarlo.

Lo siento, pero no me iba a quedar en una casa que no conocía oyendo ruidos extraños. No me iba a suceder nada. No la primera noche. No mientras dormía.

Sonaba como una bebe, lo sé. Sentía mis rodillas temblar y mis manos se hacían puños para atacar en cualquier momento.

Agarré uno de mis zapatos y me levanté.

Los ruidos provenían de abajo, la sala tal vez. Bajé y me pareció ver una silueta, pero esta se movió rápidamente y se dirigió hacia arriba. La seguí. Observe como se metía a unos de los cuartos principales. No estoy seguro de a cual, podría ser el de Lily, por el aspecto de la puerta. Esta estaba maltratada y mal pintada de negro, lo cual hacia un contraste espectacular con la casa blanca.

Tenía miedo, así que espere unos segundo para entrar. Tal vez fue más, como 3 minutos. Quién contaba? Y quién iba a admitir que un chico de 17 tenía miedo por un intruso nocturno.

Thomas, jugador de futbol americano. Alto, no en mal forma. El intruso debería tener maás miedo, no?

Cuando decidí que si no habían matado a alguien (lo cual era improbable por el gran silencio que había) el ladrón ya hubiera salido de la ventana con dinero, joyas o ropa.

Azote la puerta y oí un grito

Vi una silueta bronceada.

-Oh Dios!- dijo la chica que estaba ahí, solo vestía unos shorts de pijama y su brasear- Tom, que haces acá?!- dijo ruborizada

Era Nina. Pero que hacía ahí? Y porque estaba de esa manera? Es decir no creo que estuviera en ropa interior porque esperaba que venga un fotógrafo y tomara fotos para la revista Playboy.

-Vivo aquí, por si no lo sabes- respondí, seguía un poco aturdido.

Y el ladrón? O intruso? Se habrá robado la ropa de Nina?

No era capaz de concentrarme, me perdí en el cuerpo de Nina. Tenía tantas curvas, que era difícil saber si de verdad no iba a venir el fotógrafo de Playboy.

-Bueno y acaso no sabes tocar- respondió, roja de la rabia y me lanzó una almohada mientras ella se cubría con una camiseta. Creo que notó que tenía mi atención ella.

Maldición. Cúantas veces tenía que hacer enojar a esta chica en un noche?

-Au- exclame- escuché voces y…

-Ahh! Eres imposible, verdad? Voltéate- exigió- necesito terminar de cambiarme

Aunque la idea no me apetecía mucho, lo hice. Nina era exigente. No tenía la intención de molestarla por tercera vez consecutiva en menos de 5 horas.

-Ya- exclamó

Miré su camiseta

-No puedo creerlo, Drácula? No deberías ver películas como Rapunzel o la ‘Nueva Cenicienta’ es decir, deberías ver películas dónde salgan Hilary Duff y Lindsay Lohan.

-Mmm, algún problema? Soy fanática del cine. Bueno, de los musicales y las películas de horror y de acción. Amo los clásicos, Drácula me gusta particularmente.

No podía creerlo. Una chica a le que le gustaran las películas de acción y de horror! Eso debería ser broma. Laura siempre se quejaba de mi gusto en películas. Cada vez que veimas una era la misma película aburrida: Diario de una Pasión.

Era una película romántica. No es que fuera una mala. Simplemente no era lo mío.

Por mi mente divagó un minuto la idea de ver películas con Nina. Seria agradable ver el punto de vista de alguien sobre Tiempos violentos u Hombre lobo en París. Será que no le asusten las películas de terror? O no le importaba loa cantidad de sangre en esas películas? Quizá simplemente le gustaba sentir la adrenalina del momento de miedo o las pesadillas la misma noche después de la película. Bonita y extrema.

-Me estas empezando a agradar

-De verás?- se oía enojada- porque a mí se me hace que eres peor cada segundo que paso contigo

-Ahh, por cierto lo de hace rato…- quería disculparme pero no tenía ni idea de cómo- solo estaba intentando algo que me dijo Diego

Sonrió. Estaba claro que aquella sonrisa no era alegre, sino sarcástica

-Entonces eres tan inútil e idiota, como para pensar que Diego tiene alguna idea racional? No, peor piensas que algo de lo que él dice es verdad. De verdad, no le hagas caso a Diego. Nunca. Una vez me convenció de que era mejor pescar con un arpón. Al final del día lo único que conseguimos fue ir al hospital porque le clavé accidentalmente el arpón a Eddy.

Me quede sin palabras. Ella tenía razón.

-Tienes razón fui un idiota, que tengas buenas noches- dije, saliendo de la habitación.

Avance hasta mi cuarto.

Cuando al fin llegue me recosté. Y me dormí instantáneamente.

Había sido un día demasiado rápido.

A penas hoy en la mañana seguía en Malibú. Después de salir del avión Nina y su familia. Y ahora Nina. Nina.

Nina.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora