🕇Nadie toca a mi bebé🕇 (Jikook)

Pronto bebé

Los días posteriores al encuentro con la señora Jeon nos permitió poder organizarnos de una forma más clara y tener todo lo que necesitaríamos para llevar con éxito nuestro plan. Estos días habían sido de total "calma" pues teníamos que evitar cualquier sospecha del aún acosador detective. Del cual pronto nos libraríamos.

Las llamadas de la madre de Jungkook han sido constantes, seguro para evitar que yo cambie de opinión pero para su desgracia eso no va a pasar. Está más que claro que mi niño saldrá de aquella casa pero para vivir conmigo. No voy a permitir que nadie más intente alejarlo de mí, que lo lastimen. Nadie se acercara a él. Nadie.

"Jungkookie es mío"

-¿Está todo listo? –Indago. Mi mirada esta fija en la televisión pero no presto real atención a ella.

-Sí. Sólo nos faltan las sogas y listo. – Una sonrisa torcida aparece en mi rostro. Esto será tan divertido.

-Muy bien. Recuerden bien el plan. No podemos fallar, esta es nuestra única oportunidad. –Tomó la lata de cerveza que descansa en mi mesita de centro y le doy un sorbo. Asco, está caliente.

-Sí, sí, I know man pero.... ¿Cómo resolveremos lo otro? –Suspiré.

-De eso nos encargamos luego. Por ahora es importante hacerlo bien. Diles a los demás que nos encontraremos mañana para ultimar detalles y me puedas entregar eso. –Me levanté con pereza del sillón y fui por otra cerveza.

-Perfecto. Nos vemos mañana a la hora cordada. –Y colgó.

Definitivamente esto sería lo mejor que haríamos. Todos estábamos tan emocionados, por fin tendríamos de vuelta a nuestro bebé. Nuestro tesorito. Ya nadie le lastimaría y si eso llegase a ocurrir lo defenderíamos... A nuestra manera.

Porque es más que obvio que no es la primera vez que hacemos algo como esto.... Y seguro no será la última.

Tomo mi cerveza y regreso a arrellanarme en el sofá. El día es aburrido y no hay nada más que hacer, sólo esperar que llegue el momento y....

Ponerle fin a la escoria.

Ya puedo ver los rostros de ellos. Sus miradas aterradas, el miedo recorrer cada fibra de su ser. Puedo oler la sangre que haré que derramen por cada poro de su piel. Escucho los intentos de gritos, los gemidos de dolor. Puedo ver la súplica plasmada en aquellos rostros que deformaré a golpes.

Dios...

Juro que tendré una erección.

Se siente tan bien. Aún no hacemos nada y me regocijo en el futuro dolor que sentirán. Ninguno se escapará de mí. No les voy a perdonar lo que le han hecho a mi niño.

Mi mente viaja al futuro. Veo aquellas personas tan molestas para mí. Tan estúpidas e inútiles. Una carga para la sociedad. Nadie los necesita.

"¿Por quién comenzaré?"

¡Oh, sí! El vejestorio.

Ella será la primera. Ni siquiera sabrá que está pasando. Será tan lento, tan minucioso. La veré implorarme misericordia con la mirada, pero no la tendré. Le haré el doble de lo que le haya hecho a mi niño. Le arrancaré una a una las uñas. Le cortaré la lengua. Le haré tantos cortes como golpes que recibió mi pequeño. Sera tan divertido.

Rio con ganas al sólo imaginarlo.

Me acomodo mejor en mi sofá, miro al techo y recreo en mi mente como la torturaré. Será tan delicioso.