En los sueños paranormales de una joven adolescente, pasan muchas cosas extrañas. Viaja en el tiempo con fantasmas, sueños, se entremezclan las imágenes oníricas con la realidad en un ambiente fantasioso, de ciencia ficción, paranormal, incluso rom...
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Era insoportable de tolerar .... ya no podía más con aquella pesadilla. Se despertaba empapada de miedo y de sudor; tomar té de tila por la noche y plantar un árbol de tilo en el jardín, no ayudaba. Era un sueño dentro de otro sueño, dentro de otro sueño, dentro de otro, dentro de otro y de otro. Hasta que al final despertaba gritando. Y no sabía si estaba en el mundo real o en otro universo paralelo de pesadillas y sueños rotos. Ya no sabía si era un fantasma o una joven delgada y vegetariana tratando de sobrevivir en la gran ciudad. Extrañaba a su familia, los guisados de arroz con pollo de su madre, el olor a sábanas limpias de la abuela y la casa que se había comprado con la esperanza de no vivir allí jamás. Pues contaban de los fantasmas de aquella ciudad, aunque ella nunca los había sentido. Y era su deseo genuino, jamás tener la necesidad de vivir en aquel lugar lleno de historias , que no le pertenecían, historias de gente extraña y sombría de otrora. Pero extrañaba el lugar, la tranquilidad del solitario y extenso jardín poblado de flores, que se confundía con el perfume de su tatarabuela; así como de las largas y pacíficas meriendas que tenía durante su infancia y adolescencia. La ciudad era cálida y fría al mismo tiempo, de pronto tan seria y de pronto sonreía como si todas las casas fuesen surrealistas. Eran adorables días, aquellos que habían pasado, por eso siempre extrañaba, estuviera donde estuviera y sin importar con quién, quería volver a pasear a aquel lugar!
