El joven guía, era casi un niño, puro y simpático, pero muy conocedor de la zona, me advirtió que no llegaría a atravesar el bosque que estaba al final antes de llegar a la cabaña. Me lo presentía de algún modo, que tendría que enfrentar sola una parte del camino.
- No hay problema, joven guía, cuando lleguemos al bosque dímelo por favor.
- Es que, señora, no podré continuar adelante allí en aquel lugar.
- ¿Cómo que no podrás continuar? ... Ok haremos cuentas y te irás, me preocupa que ninguno de los dos deba soportar la oscuridad de la noche cerrada en este camino.
- No se preocupe, si caminamos rápido llegaremos a tiempo, parece que sí pero no es tan lejos.
- Hubiera preferido disfrutar el camino como al principio, tú tranquilo, que no nos apresurasemos. Pero, en fin, hablemos menos y llegaremos pronto.
En eso veo que los ojos se le agrandan y me hace señas, reclama sus honorarios, me señala un bosque tupido más a lo alto; comprendo que me quedaré sola en ese paraje desconocido, y que no podré detenerme. El niño toma el dinero y huye, se va corriendo despavorido y sin pronunciar ni una palabra ladera abajo. Entonces me doy cuenta de que tengo dos opciones, correr yo también hasta atravesar el bosque y llegar a la casa o respirar hondo y hacer de cuenta que no siento ni una pizca de miedo. Pensar en correr me aterraba, me veía la pierna incrustada en una rama que se atravesó en el camino, sangrando, allí caída sin recibir ayuda de nadie y temblando de frío con la luna llena sobre mi cabeza, en medio de una oscuridad cerrada y fría.
No, será mejor caminar suavemente, no hacer ruido, llevar la cámara encendida por si acaso, así que até la caja, mi antigua máquina de escribir Remington con una cuerda de mi morral, a mi cintura. De modo que me quedaran libre las manos para filmar distraídamente y caminé.
El trecho no era tan largo, pero me daría tiempo para suspirar, mirar el suelo mientras la luz del sol se apagaba, sentir su olor mientras sube la noche, y después ver el cielo allá arriba tirando mi cabeza hacia atrás, como me gustaba hacer siempre.
ESTÁS LEYENDO
Sueños de una medium.
ParanormalEn los sueños paranormales de una joven adolescente, pasan muchas cosas extrañas. Viaja en el tiempo con fantasmas, sueños, se entremezclan las imágenes oníricas con la realidad en un ambiente fantasioso, de ciencia ficción, paranormal, incluso rom...