En Medio de la Guerra ( Yuri On Ice )

CAPÍTULO 3

Ejército japonés
POV. Yuuri

Estamos en mi restaurante favorito ya que Otabek me invito a comer, aún que no lo admita me gusta estar con el, tiene un carácter un poco raro pero es una buena persona, siempre hablamos de cosas triviales y nos ayuda a distraernos un poco del ejército.

- Oye Yuuri-

-¿Qué pasa Otabek?-digo con la boca llena.

-Nos has pensado en....- veo como duda un poco.

-Aja...- me llevo un gran bocado de comida  a la boca.

-En tener una pareja- comienzo a toser, ya que me pase mal el bocado.

-¡Eh Yuuri! ¿Estás bien?- se para y se pone a lado mío dándome leves palmadas en mi espalda.

-Si, estoy bien- asiente y se volvé a sentarse en su lugar.

-¿Y bien...?-

-Yo... no lo se- veo el plato, ahora vacío, cómo lo más interesante de todo el universo.

-¿Cómo no lo sabes?-

-Pues... no es por que no quiera... sólo que no me interesa nadie... no es como si no hubiera alfas guapos en el cuartel, como tu por ejemplo, pero sólo no he encontrado nadie que me guste de verdad- después de unos minutos de silencio por parte del azabache decido verlo, el estaba algo pensativo.

-¿Y tu lo haz pensado?-me sorprendí al ver sus mejillas teñirse de un leve rojo.

-Yo.. bueno.. la verdad es que si, me gustaría algún día conocer un lindo omega pero un poco rebelde para que nunca me aburra de estar con él y tener y uno o dos cachorros, pero lamentablemente tampoco he encontrado a nadie asi- las últimas palabras las dijo con un tono triste y yo no me lo terminaba de creer, ¡OTABEK, El alfa más guapo de todo el ejército japonés está sufriendo por amor, debe ser una broma! Y yo que pensé que terminaría sólo y con 40 gatos, al menos ahora seremos los dos con los 40 gatos, okey... tal vez exagero un poquito.

-Sabés, yo no había pensado en si quería tener cachorros o no en el futuro- me sonrojo un poco y el sonríe levemente.

-Yo si, quiero que el primero sea un alfa y el segundo un omega, para que el mayor lo cuide y proteja de cualquier alfa que me lo quiera robar- sus ojos se iluminan con cada palabra, es tan increíblemente conocer esta parte de Otabek aparte de su carácter casi asocial y algo perfeccionista, que muestra siempre.

-Ojalá algún día puedas lograrlo y tendré quien me llame tío- suelta una carcajada.

-Serás el tío guapo, rico y soltero- trató de no reírme.

-Ja Ja Ja muy chistosito Otabobo-

-Oh vamos Yuuri, ya hasta me lo imaginé- ruedo los ojos y sonrió.

-Será mejor que pida la cuenta- cuando nos la dieron Otabek pago y regresamos  al cuartel.
Vamos hablando, ya en el cuartel, cuando suena el celular de Otabek y se aleja un poco para contestar. Una vez que terminó regreso con cara más seria de lo normal (si eso es posible).

-¿Qué pasa, por qué esa cara?-

-Tu padre me acaba de informar que los Rusos nos pidieron hacer una junta para arreglar las cosas, pero algo no me da buena espina-

-¿Crees que sea una trampa? -

-No se, pero es una gran posibilidad-

-Yo quiero ir-

-¿Qué? No, ¿acaso estas loco?, no podemos mandar a nuestra mejor arma al enemigo-

-¿No lo entiendes? , será mejor que vaya, ellos solo me verán como un simple omega al que decidieron mandar por que no es importante, sólo un mensajero, y así si me llega a pasar algo, es más seguro que tu y mi padre puedan manejar al ejército, ha que yo lo maneje si ustedes no están- veo como lo medita un poco.

-Es un buen argumento pero la respuesta aún es no-

-Pero...-

-No, Yuuri eres más importante de lo que crees, no nos podemos arriesgarnos tanto-

-Porfa porfa.... sólo piénsalo, es la mejor idea- hago los ojos de perrito con hambre, que se que no puede resistir.

-Bien, lo máximo que haré es decírselo a tu padre okey- asiento repetidamente sonriendo.

-Uff... malditos ojos de perrito con hambre-

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Dos días después...
Me encuentro en la oficina de mi padre.

-Paaaaaa deja que yo vaya -

-No es No Yuuri-

-Sabes que es lo mejor-

-Puede que lo sea pero no voy a arriesgar a nuestra mejor carta y menos, por que eres mi hijo-

-¡Porqué no! Si fuera Marí si la dejarías ¡¿Cierto?!- siento la impotencia y furia acomulandose en forma de lágrimas en mis ojos.

-Si, efectivamente la dejaría por que ella es una Alfa y doy gracias que ella no esté en el ejército-

-¡Ves, cómo quieres que los otros me respeten o me tomen por su igual si tu mismo no lo haces! ¡Soy tu hijo maldición! ¡Eres peor que cualquier otro alfa de este cuartel! ¡No, Eres el peor del mundo!- salgo corriendo sin dejar que contesté, llegó a mi habitación, me encierro y lloro hasta quedarme dormido.