Ambos estaban mirándose a los ojos como no queriendo, dejar ningún detalle de sus rostros, él la tenía acorralada contra el hermoso cerezo infinito, estaban rodeados de los pétalos rosados dando color al paisaje blanco que los rodeaba.
Ella solo le sonreía como insitandolo que no la dejará escapar y era lo menos que el tenìa en mente, si fuera por el nunca la dejaría escapar de sus brazos ella sería su hermosa prisionera por toda su inmortal vida y para eso solo quería que le contestará la pregunta que le estaba hace rato haciendo.
- Di que si. Rogó el apretandose contra ella acercándose a sus labios, queriendo que ella bajará sus defensas y respondiera a su pregunta.
- Tu sabes que no podemos, sabes que no debemos, contestó ella volteando su rostro evitando que el la besara.
- Por favor. Solo di que si volvió a atraerla contra el cerrando sus manos en su cintura, apoyándolos a ambos contra el cerezo.
- Shi, por favor no deberías estar pidiéndome esto, sabes que nosotros nunca podríamos estar juntos, respondió Yan Da tratando de alejarlo de ella.
- ¿Porque no podemos?, solo porque nacimos en tribus enemigas, solo por eso tengo que dejar de amarte y olvidarme de ti, pues lo siento, porque eso no lo voy hacer nunca, tu eres mía, ¿Solo responde a mi pregunta quieres casarte conmigo? ¿Convertirte en mi novia y luego en mi única esposa?, le dijo volviendo a acariciarla, colocando sus labios en su cuello dándole pequeños besos.
- Ying Kong Shi, no hagas eso le respondió temblando por sus caricias.
- Solo respondeme por favor, solo quiero estar contigo para el resto de mi vida, respondió el volviendo a besarla esta ves sus mejillas y párpados cerrados, Di que si mi princesa. Le dijo entre beso y beso
- Yo, tartamudeo Yan Da, ella quería decirle que si, que se moría por casarse con el, pero tenía miedo de que los separarán le dóleria demasiado si así fuera, pero con el acariciandola y besándola sentía su determinación fallar.
- Di que si, mi princesa le dijo el antes de besarla intensamente, haciéndola temblar de pies a cabeza, poniendo su mundo a dar vueltas dónde el era el único centro de apoyo.
La dejo de besar, - ¿Me dirás que si mi amada princesa?, le preguntó de nuevo.
- Si Ying Kong Shi seré tu esposa, le contestó ella, siendo nuevamente atraída a sus brazos para ser besada con locura.
"Al fin mi hermosa princesa, te convertirás en mi única y verdadera novia" pensó Shi, para luego seguir perdiéndose en sus labios.

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La Verdadera Novia (Yan/Shi)
FantasíaAunque todos estén en nuestra contra y maldigan nuestro amor, aunque tenga que reinar sobre los tres reinos o destruirlos, tu te convertirás en mi única y verdadera novia, le dijo antes de tomarla en sus brazos y besarla.