༻Capítulo dos༺

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【Narra Denice:】

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【Narra Denice:】

          De cierto modo me siento bien, aun sabiendo que hay entes malignos viviendo bajo el mismo techo que yo, pero presiento que no son tan malos como la iglesia me hizo creer que eran en algún punto de mi corta vida, de verdad tengo un deseo tan grande de saber que ocurrió tras estas paredes, de averiguar quiénes eran los antiguos propietarios y su peculiar historia.

           Habían pasado ya varias semanas desde que me mude aquí, pero desde aquel día del jardín ya no ha vuelto a pasar nada, ¿y si solo es mi mente tratando de jugar conmigo? ¿y si de verdad me estoy quedando loca?, no, no puede ser ninguna de esas cosas, yo sé perfectamente lo que vi y no me rendiré hasta demostrarme a mí misma que lo que vi era real... muy real.

           Era domingo por la mañana, el invierno aun no llegaba a su fin así que las tormentas de nieve seguían, les había dejado a mis sirvientes el día libre, puesto que, quería investigar todos los alrededores de esta mansión sin que dichas personas me tomaran como una loca. Aunque pensándolo bien es algo lógico que piensen así si me vieran, ¿Quién en su sano juicio busca fantasmas a las seis de la mañana?, nadie, solo yo, bueno, puede que haya gente más chiflada que yo y haga cosas peores… no dudo eso, pero el punto es que, soy muy estúpida por querer hacer esto ¿no?

           Me levanto de mi cómoda cama con la finalidad de recorrer todos los pasillos de esta mansión, tome una especie de diario y un bolígrafo que se encontraban en mi escritorio, esto para anotar las cosas extrañas que me encontrara. Comencé con la planta principal, a decir verdad, no tenía casi nada de interesante, a excepción de una especie de pasadillo que llevaba a túneles subterráneos, o eso es lo que parece, decidí dejar esto para el final y lo anoté en el diario, me sentía como Dipper de Gravity Falls anotando en mi pequeño diario del misterio las cosas sobrenaturales que me encontrara, la diferencia es que el diario estaba vacío y apenas lo comenzaría a llenar.

          Sigue con el patio y los alrededores del terreno de la mansión, no hubo mucho que me llamara la atención, solo un pequeño cementerio y un puerto viejo que se encontraba en el lago. Decidí entrar de nuevo a la mansión y me dirigí hasta la parte de arriba, aquí fue donde descubrí algo que, si me llamo mucho la atención, era una habitación que nunca había visto, ni siquiera la vez que me enseñaron la mansión antes de comprarla, tenía candados y cadenas, me acerqué cada vez más pero antes de tocar el candado una especie de fuerza me echó para atrás, es como si hubiera un muro mágico que está protegiendo esta puerta, volví a tratar de tocar el candado y de nuevo pasó lo mismo solo que esta vez el pasillo se volvió muy frío y sentí como me tomaban del hombro.

—Ni se le ocurra entrar aquí —una voz fría y seca susurro en mi oído poniéndome la piel de gallina.

          Gire mi cabeza con la esperanza de encontrar a alguien, pero no había nadie, no había nada. Sin embargo, seguí tratando de abrir aquella puerta, fui por dos llaves inglesas y las posicione en la cerradura del candado, aplique presión y este se rompió con facilidad, sonreí ante mi victoria, quite las cadenas de metal y abrí la puerta. Me sorprendí al ver al joven que estaba dentro de la habitación sentado en el filo del ventanal.

—Creí haberle dicho que no entrara a esta habitación señorita —habló el apuesto joven.

          Tenía el pelo azabache con reflejos purpuras muy oscuros y sus ojos eran una mezcla de rojo con violeta, usaba lentes y su piel era demasiado pálida.

—¿Quién eres tú? —pregunté sin titubear, por muy asustada que estuviera mi curiosidad era más grande.

—Mi nombre es Reiji, Sakamaki Reiji y soy uno de los propietarios de esta mansión —dijo acomodándose sus lentes—. O bueno, solía ser uno de los propietarios.

—Entonces… quiere decir que tu estas muerto.

—Sí, al parecer no es muy inteligente que digamos —comento burlón.

          Por mucho que me haya molestado su comentario decidí ignorarlo por completo.

—¿Puedo hacerte unas preguntas?

—Me temo que por el momento no será posible, sé que tienes muchas preguntas, pero no es el momento de que sepas las respuestas.

—¿A no? Entonces ¿Cuándo sera ese maldito momento? —dije muy molesta.

—Cuando lo encuentres.

—¿ENCONTRAR QUÉ? —era tarde ya, se había esfumado como humo.

          Chille molesta, creo que hice un puchero demasiado infantil involuntariamente, pero no me quedaba otra que resignarme. Tomé el diario y anoté lo que había pasado unos segundos atrás.

“Hay varios propietarios y uno de ellos es un idiota que se cree mucho…
También me dijo que hay algo que tengo que encontrar, pero no sé qué es.”

          Salí del cuarto cerrándolo exactamente como estaba, remplace el candado por uno nuevo del cual si tengo llave y me dirigí a la parte de abajo en donde se supone, están los corredores secretos, tal vez ahí encuentre lo que el fantasma de nombre Reiji me dijo que tenía que encontrar, pero sera algo difícil ya que no sé nada acerca de ese objeto o cosa.

Trono Caído || Diabolik Lovers ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora