Y el trono cayó junto con el clan murciélago, la guerra comenzó y los grupos se dividieron más. Y se crearon los rebeldes cuya única misión era proteger al último sucesor del trono y el futuro rey rogaba porque alguien encontrase su diario y lo llev...
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【 N a r r a d o r a: 】
Cuando los rayos del sol salieron a la luz, la nieve que cubría aquella mansión se empezó a derretir dando comienzo a la bella primavera, Denice abrió sus ojos con pesadez cuando el sol choco directamente en su cara, la joven albina se estiró en sus aposentos mientras bostezaba.
—Te ves muy sexy recién despertada, nfu~.
Al escuchar la voz de uno de los espectros que rondaban por toda su casa se apresuró a sentarse en la cama mientras miraba con incredulidad al fantasma que se encontraba sentado en el filo de la cama con una gran sonrisa en sus labios.
—¿Qué haces aquí? —preguntó la mujer que expresaba sorpresa.
—Yo vivo aquí —el ente se levanto de la cama—, y ésta era mi habitación.
El ente comenzó a caminar por todo el cuarto viendo como aquella habitación en la que solía pasar la mayor parte de su tiempo había sido completamente remodelada, nada de la escénica que aquel chico le dio a su cuarto estaba presente.
—Vaya que la cambiaste... —dijo en un susurro mientras tocaba con suavidad las paredes.
—Si, bueno, era la que más me gustaba y quería darle mi toque —la humana se levantó de su cama—. Y ¿se puede saber qué haces aquí?
—Ya te lo dije tontita, vivo aquí.
—No me refiero a eso, idiota —habló la fémina con irritación—. Qué hacías mirándome mientras dormía.
—Me jalaba mi pene espectral mientras escuchaba los sonidos obscenos que haces mientras duermes —dijo sin pudor alguno.
El de cabellos castaños soltó una carcajada al ver como de ice abría la boca incrédula.
—Es broma y cierra la boca querida, no vaya ser que te comas una mosca —la chica cerró la boca mientras gruñía.
—Te juro que si estuvieras vivo te mataría con mis propias manos —el chico río un burla.
—Si estuviera vivo tú serías la que estuvieras muerta por hablarme de esa manera —dijo burlón mientras se tumbaba en la cama desatendida de la joven.
La muchacha rodeo los ojos mientras se cruzaba de brazos.
—¿Acaso tú y tus hermanos eran asesinos en serie? —preguntó a manera de sarcasmo.
—No, éramos peores que eso —sonrío mientras miraba a la chica que se quedo anonadada.
"Ahora entiendo porque no los recibieron en ningún lado después de la muerte", pensó la joven japonesa mientras suspiraba.
—Puedo preguntar algo.
—Depende de lo que sea~.
—¿Cómo fue que moriste? —la cara juguetona del chico se esfumó al escuchar es pregunta.
—Supongo que si no entro en detalles, a Reiji no le importaría... —susurró el joven de mientras miraba sus manos—. Me asesinaron, supongo que el que te vendió la mansión te lo contó ¿no?
Era verdad, cuando compre esta peculiar mansión el señor me advirtió que antes vivían seis hermanos en esta mansión y que cinco de ellos fueron brutalmente asesinados y el otro desapareció de la faz de la tierra.
—¿Te... Te dolió mucho?
—Sí... Pero no es algo de lo que te tengas que preocupar linda —el joven me miró a los ojos mientras me dedicaba una cálida sonrisa—. Ahora que lo pienso... No has conocido a Kanato-kun.
—¿Es uno de tus hermanos?
—Así es, pensé buque ya sabías el nombre de todos...
—No, sólo sé el de Reiji, Ayato y el de Subaru ya que tú nunca me dijiste el tuyo —dije mientras alzaba una de mis cejas.
—Oh, es verdad —sonrío divertido—, mil disculpas Bitch-chan, yo soy Laito —dijo el joven mientras se sacaba el sombrero y hacia una pequeña reverencia.
—Yo Denice, aunque supongo que ya lo sabías.
—Así es y es hora de que conozcas al último de nosotras, Denice —el Sakamaki traspasó la puerta de la habitación.
Denice dedujo que quería que lo siguiera y eso es lo que hizo, salió de su cuarto y comenzó a seguir al joven de hebras castañas.
