【 D e n i c e: 】
Arrastrando mis pies tomé a mi gata y me fui a ni habitación de los más cansada, todo lo que hoy había descubierto me dejó exhausta y sin apetito, no había ingerido ninguna clase de alimento o líquido y en este punto sólo tenía sueño y ya.
Puse a Kira sobre mi cama y me tire a ésta boca abajo mientras soltaba un grito de desesperación que fue silenciado por las cobijas, me giré y miré hacia el techo acariciando en suave pelaje del animal que me hace compañía desde hace ya más de 3 años.
—Esto es tan complejo... —dije para mi misma mientras soltaba un suspiro de frustración.
Tomé la sabana de mi cama y me envolví de pies a cabeza con ella, cerré los ojos con la esperanza de dormir. Entre vuelta y vuelta al fin lo conseguí...
【 N a r r a d o r a:】
Silencio y obscuridad absoluta, Denice no podía ver ni escuchar algo. Trató de caminar pero sus piernas no se movían, sus labios no podían ni despegarse y un aterrador miedo la poseyó.
Quería gritar y moverse, pero era como si estuviese congelada, lo único que podía hacer era parpadear. El miedo era tal que sentía como su corazón se aceleraba más y más, y entonces el sonido de un fósforo encenderse rompió con el silencio y la profunda oscuridad.
Denice pudo apreciar como alguien usaba el cerrillo para prender un par de velas y así alumbrar aun más aquel lugar, pudo ver con claridad que aquellas velas de encontraban posadas en un escritorio de madera y en la silla que poseía aquel mueble se encontraba un joven de cabello rubio que a la luz de las velas parecían hilos de oro. Estaba de espaldas escribiendo en algo que simulaba una diario.
Aquel chico misterioso suspiro y dejo de escribir dejando el bolígrafo al lado del cuaderno.
—Si alguien llega a leer esto será nuestro fin... —su voz era grave, pero a la vez tranquilizadora y suave.
Denice nunca antes había visto ese chico, ni siquiera de le hacía familiar "¿será uno de ellos?", se preguntaba la albina al apreciar la escena con detenimiento.
El pacífico silencio se vio interrumpido nuevamente por el sonido de una puerta abriéndose. El rubio giró su cabeza al igual que la albina y ambos pudieron ver a Subaru quien entro bruscamente a ma habitación.
—Es hora de irnos, nos encontraron —dijo algo exaltado, pero tratando de aparentar estar tranquilo.
—Diablos —el rubio se levantó de su asiento y tomó su diario saliendo con prisa tras el albino.
El aire que se produjo al cerrar la puerta apagó todas la velas que había en el lugar, volviendo a la oscuridad profunda de antes.
【 D e n i c e: 】
El silencio y la oscuridad que antes había volvieron a reinar el lugar, la diferencia es que ahora si me podía mover.
Caminaba despacio, al no ver nada tenía miedo de tropezarse o incluso golpearme con algo. Gire mi cabeza y vi algo que me dejó atómica, eran unos ojos rojos que brillaban en tan profunda oscuridad, por alguna razón sentía que aquella persona que me observaba sonreía y se acercaba a mi de con rapidez, mi instinto me dijo que corriera; y eso hice, corrí como nunca antes había corrido en mi vida, o al menos así lo sentí.
—Denice, puedes correr pero no escapar —su voz era maquiavélica y burlona. Hacía que mi piel se erizara.
Miré hacia atrás y aquella persona había desaparecido, suspire aliviada, pero entonces choque con lo que parecía el pecho de un hombre. Antes de caer una mano me sujetó con fuerza, levanté mi mirada y vi otra persona distinta.
Ahora los ojos que me veían fijamente eran de un amarillo brillante, era como si hubieran fundido el oro puro en sus ojos, así de brillantes eran.
—Lárgate y vivirás, quédate y morirás —su voz era gruesa y mucho más tenebrosa que la primera—. Encuéntralos y sera tú fin.
—¡Aaaaaaah! —grité y abrí los ojos.
Mire y mi alrededor y nuevamente estaba en mi habitación, mi respiración era agitada e irregular, estaba empapada de sudor y aún sentía cierto miedo recorrer mi cuerpo.
—Tengo que salir de aquí...
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Trono Caído || Diabolik Lovers ||
FanfictionY el trono cayó junto con el clan murciélago, la guerra comenzó y los grupos se dividieron más. Y se crearon los rebeldes cuya única misión era proteger al último sucesor del trono y el futuro rey rogaba porque alguien encontrase su diario y lo llev...