—¡Ah! —Gimo apretando la mandíbula mientras Axel me lava la herida de la coronilla.
Luego de descansar y despejar mi mente de todo el suceso, continuamos caminando sin llamar la atención, pendientes a nuestro entorno. Volvimos sobre nuestros pasos para llegar hasta un riachuelo que si se sigue el sentido de su corriente se llegará cerca de la playa de inicio. Lo primero que hice al llegar fue abalanzarme y meter mis manos ensangrentadas en el riachuelo y tallar como si tuviera algo corroyéndome la piel, inmediatamente el agua se coloró de rojo formando una nubecilla que la corriente se iba llevando. Fue bastante complejo dejar mis limpias, al contrario del dije, que al ser tan pequeño, aun diminutas manchitas quedaron en ciertos rinconcitos.
Axel por su lado se lavó los rasguños, y con el agua que sacó del riachuelo en las botellas plásticas que guardé en la mochila me lava ahora la herida de la cabeza.
—Te han de decir: ricitos de oro. —Comenta Axel.
—¿Cómo?
—Por tu cabello —Dice echando otro poco de agua y restregando con suavidad. —. Es bastante colorido.
—¿Sabes, Axel? Eres muy raro. —Le digo sin ánimos de ofenderle del todo.
Él suelta una pequeña risa.
Poco después que termina de lavar mi herida se aleja para apoyar su espalda contra un árbol, a menos de medio metro frente a mí, cruza sus brazos y suspira bajito. Por mi parte yazco sentado, en la misma posición que tomé para que me lavasen la herida.
Medio alzo la cara en dirección a Axel y distingo cierta preocupación en su rostro. Es un tipo de preocupación que se oculta bien, pero que en ocasiones, por pocos segundos, no se puede esconder. Intuyo que más que preocupación es culpa lo que le invade.
—¿Te sucede algo?
Axel chistea antes de responder con una sonrisa medio forzada en la cara:
—No gano nada con mentirte, compañero. Así que te lo diré —Inicia despegando su espalda del tronco. —: En el momento que supe que serías mi Vinculado, me prometí sacarte de aquí. También me dije a mi mismo que no dejaría que alguien tan inocente como tú se manchara las manos de sangre. —Confiesa esa última parte con pesar.
Trata de protegerme. Intenta salvarme para enmendar sus acciones. Y si somos tan malos como buenos, ya no soy, ni seré, quien para juzgarle. Sus palabras han llegado a una parte de mí que deposita un granito de confianza en él.
—Tú mismo lo has dicho, era inevitable. —Admito para que no se sienta tan mal.
—De alguna forma tenía que serlo —Repone. —. Me presioné tanto al jurarme velar por tu bienestar que terminé por c*rgarla y no ver opciones —Alega. —. Aunque... es solo una excusa.
Axel se queda unos prolongando segundos sin hablar, debatiéndose entre ¿qué cosa...? Solo él sabe.
—¿A qué te refieres con eso?
—Theo, sé que tu indulgencia no te deja verlo. Estar aquí nos cambiará para mal. Y muy a pesar de que me haga parecer un cobard...
—Ve al punto.
—Te he usado. —Devela abatido, arrepentido.
Es complejo para mí creerme esa consternación por su acto. Pero, el simple hecho de no ser capaz de mirarme disipa cualquier duda. Está arrepentido y asqueado de sí. Ni siquiera porque su vida esté en juego deja de ser el mismo de antes. No obstante, determino que su confesión es solo para reafirmar su propósito.
Cabe la posibilidad de que quiera redimirse, que después de todo no sea tan mala persona. No tengo una opinión concreta sobre Axel, ya que apenas llevamos medio día juntos. Y si algo no soy es un iluso.
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Presas.
AçãoHistoria Ganadora del 1er Lugar en los Urano Awards 2019 en la Categoría Misterio/Terror/Paranormal. Historia Ganadora del 2do Lugar en los Premios Gemas Perdidas 2019 en la categoría Aventura/Acción. "Nadie está impune de herir a las personas." The...