Capítulo 6

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Haruki:

Me asaltaba un dolor tremebundo por todo el cuerpo. En especial la espalda, pues dos aberturas verticales ardían con viveza.

– ¡Qué bueno que hayas despertado! – Festejó mi alter ego tomándome de las muñecas y mirándome directamente hacia los ojos– Hice que te precipitaras mucho, lo siento. Aún no estás preparado.

–¿Qué sucedió? –Pregunté trastornado–.

–Era la primera vez que hacías uso de tu elixir angelical. Por eso tu cuerpo no pudo reaccionar correctamente, lo que te llevó a perder la consciencia.

"Angelical". ¡Mierda! Por un momento había olvidado el hecho de que en realidad era un ángel, al igual que mi padre. Un padre al que no recordaba bien.

Me levanté de un salto del suelo de la embarcación y observé el mar del cielo estrellado. Por primera vez me pegunté si el Eclipsim valía la pena, si todos aquellos años encerrado en el castillo de Astaroth habían sido en vano.

– ¿Qué sentido tiene que me muestres todos estos recuerdos? –Cuestioné desalentado, a la vez que acariciaba la argolla de oro que rodeaba mi dedo anular.

–Pronto lo sabrás –Señaló mi alter ego con nostalgia– Layla y yo hemos estado esperando mucho por este momento ¿sabes? –Mi Alter ego sopló suavemente las velas de la embarcación y esta se puso en marcha de nuevo–Incluso hubo un momento en que nos rendimos y nos resignamos a la cárcel eterna de las memorias. No fuimos capaces de ver la luz y nos hundimos en la oscuridad. Hasta que un día, escuchamos una melodía que nos clamaba. Era una melodía sencilla pero cálida, por lo que acudimos a ella. El nombre de la pieza era "Lost and Found" de Oscar Soundberg–La nave avanzaba con rapidez, a la vez que el viento abrasador nos azotaba la cara– Cuando nos acercamos, nos encontramos con su Eclipsim: Superficialmente, no parecía distinto a los demás. Sin embargo, cuando lo analizamos nos dimos cuenta de que allí, había una esperanza.

– ¿Qué nos hace tan diferente a Layla y a mí? ¿Qué tenemos de especial? –Cuestioné, revelando mi verdadera duda–.

–Nosotros tampoco lo sabemos. Lo único certero es que su Eclipsim es distinto a los demás. Tal vez la respuesta a tu pregunta la tengan Aqua y Terra.

– ¿Aqua y Terra? ¿Y ellos quiénes son? – Pregunté inquieto, pues me preocupaba a idea de que fuesen otros hermanos perdidos, como lo había resultado Layla–.

–Lo sabrás dentro de poco–Respondió mi alter ego con serenidad- Por ahora nos vamos a reunir con Layla y su alter ego, ¿te parece?

De repente, un grito de alegría inundó el mar de estrellas. Se trataba de Layla y su alter ego que saludaban distantemente sobre una embarcación parecida a la nuestra. Las dos naves se acercaron con prontitud y cuando estuvieron lo suficientemente cerca, abracé a Layla con vigor. No quería volver a separarme de ella. El tiempo nos había arrebatado la oportunidad de vivir tantas experiencias, que me propuse recuperar aquel tiempo perdido con mi hermana.

–Haruki–Llamó entrecortadamente Layla–Me estás apretando demasiado.

Lo siento–Dije soltándola de inmediato–.

–Casi me quedo sin aire–Reprochó a la vez que me daba un golpe arriba de la rodilla, lo que hizo que perdiera el equilibrio momentáneamente–.

Nuestros alters ego rieron y extendieron sus brazos hacia el mar de estrellas.

–Hay una historia que aún no hemos contado–Comentó el alter ego de Layla con voz suave y frágil– Una historia sobre tres grandes reyes y una diosa indomable–Nuestro alrededor comenzó a transformarse de nuevo, revelando tres siluetas majestuosas– Se trata sobre el verdadero origen del Eclipsim.

Amanecer Incandescente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora