¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—✧—✧—✧—✧—
THIRTEEN MERMAIDS
—✧—✧—✧—✧—
EN TODO SU TIEMPO estando en un colegio mágico, Holly nunca ha visto tanta gente quejándose de que haga un poco de frío.
Chalecos y camisetas de manga larga se usan debajo de las camisetas del colegio. Grupos de amigos están más cerca los unos de los otros para mantenerse calientes, como si fueran pingüinos. Todo el mundo parece llevar una bufanda, guantes y un gorro, y si no, constantemente envían ceños en tu dirección. Como si fueras extraño, por tener un poco de sangre caliente.
Este clima no es frío, no para los estándares de Holly. Se ha acostumbrado al clima invernal en Durmstrang, donde los profesores se pusieron quisquillosos con el uso de bufandas y eso en las clases, por lo que todo el mundo tuvo que descubrir cómo mantenerse calientes en un castillo helado. Holly tiene la impresión de que puedes descubrir quién asistió a Durmstrang porque conocerán el encantamiento de calentamiento que todos ellos se enseñaron, el encantamiento del que nadie más parece estar al tanto — la leyenda dice que un estudiante se encontró con un libro que no ha sido tocado desde los Tudor, y lo encontró entre encantamientos con los que intentaron maldecir a Enrique VII.
Aunque, una vez dicho esto, Holly no se queja de la cantidad de mantas que parecen haber aparecido en los alrededores de Slytherin. Ella se sienta en su cama con la manta rosa, y Pansy se sienta frente a ella, ambas mirando el huevo de oro.
Todavía es un misterio. ¿Cómo se supone que debe descubrir lo que hace este huevo cuando cada vez que intenta abrirlo comienza a chillar como un vampiro expuesto al sol? Tal vez ella no está pensando en esto lógicamente, tal vez se haya perdido algo tan simple. Tal vez hay un pequeño grabado en el huevo, un código críptico que describe la siguiente prueba.
Lo revisa. No hay.
Holly ruidosamente gruñe y se mueve, acurrucándose donde estaba sentada. Mira a Pansy, quien sigue frunciendo el ceño al ver el huevo.
—Esto es ridículo —dice Pansy, y su expresión pasa de fruncir el ceño a una expresión de enojo, como si quisiera que el huevo se pudriera en llamas. Tal vez eso es lo que se supone que deben hacer—. ¿Por qué es tan difícil? Es un huevo. Un huevo. ¿Cómo puede ser tan difícil descifrar un huevo?
Susannah, desde la cama con dosel de Millicent, resopla.
—Tal vez lo estáis pensando demasiado —sugiere ella. Holly desea poder mirar al fantasma. ¿Pensando demasiado? Eso es un eufemismo—. Tal vez solo hay que hervirlo o algo por el estilo. Como un huevo pasado por agua.
—He perdido la voluntad de vivir —declara Holly, su cara enterrada en su edredón—. A lo mejor tienen sobras de uvas sin lavar en las cocinas, puedo comer una de esas, morir, y caer al océano al mediodía...
