♌ ένα ♌

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Ser un cantante Americano, no es nada fácil, muchos creen que uno tiene la vida fácil por tener guardaespaldas, una casa grande, fortuna, fama, etc, pero no, a veces desean dejar el mundo de la música y vivir como un joven adulto normal, ir a un instituto, tener amigos, una pareja...

Dominik Peterman, cumplió 19 hace aproximadamente dos semanas, altura promedio para un hombre de su edad, es rubio de ojos celestes, pecosos, delgado, es bastante tímido y le cuesta a veces cantar en publico, pero lo hace por sus fans, porque sabe que lo aman, son una familia para él. Dominik viene de un hogar disfuncional, su padre se encuentra en la cárcel por tráfico de drogas a menores y su madre falleció hace un mes aproximadamente. Aun no lo supera, es doloroso.

— Nik.ー dijo una voz masculina que reconoció al instante, du manager , solo a él le dejaba que lo llamara de ese modo. Dominik se dio la vuelta encontrándome con Antonio, alto, hombre de origen latino de pelo negro, siempre con traje y un gran amigo y figura paterana ya que es el único que lo hace reir.

— Pedí un café y un croissant de chocolate para tiー dijo mientras sacaba su tableta-agenda y comenzaba a teclear.—tienes grabación desde las 13:45 hasta las 15:30, después tienes un concierto a las 23:15 y harás dueto con Alex Rodrick, el concierto terminara aproximadamente a la una de la mañana.

— Bien, ¿es todo? —preguntó Dominik secamente.

—Sí, por hoy, ahora baja a desayunar, no quiero que estés cansado—dijo mientras apagaba su tableta-agenda y miraba al adolescente. Dominik asintió con la cabeza y bajó junto con Antonio al comedor.

Una mujer de entre 45 y 50 años salió de la cocina con una bandeja de plástico que contenía, un plato con un croissant enorme que goteaba chocolate por los dos extremos y una taza de café con leche. Dominik corrió hacia la mesa, antes de que la señora llegase y se sentó en una silla de madera.

— Dame, dame, dame—repetía Dominik mientras estiraba los brazos, la mujer sonrió levemente y dejó la bandeja enfrente de Dominik para después decir — que tenga buen provecho.

Dominik ya se había llevado un buen trozo de croissant a la boca y con dificultad pronuncio un, gracias.

Antonio negó con la cabeza y dijo —si comes de esa manera te atragantaras.

Dominik se trago ese gran pedazo de croissant con ayuda del café, se levantó y con sus manos pringosas y llenas de chocolate dibujó con el dedo indice un corazón en la mejilla de Antonio.

—ahora te muestras menos amargado—dijo Dominik con una sonrisa mientras tomaba asiento de nuevo y le daba un sorbo a su taza de café.

***

Apolo comenzó a lamer los pezones de Afrodita mientras que esta gemía levemente y pasaba su mano por el torso bien trabajado de Apolo.

Afrodita era conocida como diosa del amor, pero no en sentido romántico sino erótico, era perfecta todos la deseaban, pero era esposa de Hefesto, aunque bien se sabe que ella tuvo bastantes amantes, Apolo y Afrodita eran muy buenos amigos y de vez en cuando se acostaban, pero solo por placer, no significa nada para ellos. Afrodita se alejo un poco de Apolo y fue bajando hasta el miembro erecto de este, Afrodita pasó la lengua por la punta y lo introdujo de golpe en su boca. Apolo ya no sentía tanto placer como antes y le costaba tener erecciones, se estaba cansando de esto.

Apolo comenzó a jugar con el clítoris de esta, haciendo movimientos circulares, ascendentes y descendentes. Afrodita dejo el miembro de este y comenzó a besar salvajemente a Apolo, Apolo siguió el beso y sin darse cuenta, Afrodita ya estaba encima de él autopenetrándose con su miembro erecto. Afrodita se quedo observando el cuerpo y la belleza de ese hombre, pelo rubio, ojos celestes, barba de tres días, cuerpo de un buen dios Griego. Sin previo aviso llegaron al clímax, Apolo suspiro y apartó a Afrodita de encima de él y la dejo a un lado, se levantó, agarró su bóxer azulados, sus vaqueros y una sudadera negra con capucha, se los colocó y salió de la habitación de Afrodita, dejando a la diosa confusa y molesta.

Cuando Apolo abandonó la gran mansión del Olimpo, donde habitaban los doce dioses del Olimpo, caminó sin rumbo alguno por el Olimpo, pasó por la gran fuente de agua caliente que los dioses usaban para bañarse, un cuervo negro voló hacia él y se posó en su hombro.

—Con que aquí estabas— dijo Apolo mientras sonreía levemente. El cuervo respondió con un graznido.

Apolo miró el cielo y suspiró, unas nubes grisáceas comenzaron a cubrir el cielo nocturna impidiendo ver la hermosa Luna llena, al rato un trueno sonó provocando que el cuervo se asustase y saliese volando.

— ¡Vuelve aquí!— gritó Apolo. Pero desafortunadamente un relámpago cayó encima del cuervo, provocando que el cuervo quedase inconsciente y cayese hasta la tierra de los mortales.

Las alas marrones de Apolo aparecieron, provocando que la espalda de su camisa se rompiese, pero no le importó saltó y se dejo caer hasta llegar a un callejón oscuro, su cuervo no se encontraba ahí y eso le preocupo.

Seguro aterrizó en otra parte de esta asquerosa ciudad llena de repugnantes mortalespensó Apolo.

Apolo hizo desaparecer sus alas marrones y salió del apestoso y oscuro callejón. Mientras caminaba por la calle mucha gente le observaba, mujeres cuarentonas babeaban, adolescentes murmuraban mientras se les escapaba una sonrisa.

¿Es que acaso nunca vieron a un dios Griego?pensó Apolo.

My Greek God I: Αpolo ⚣©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora