¿Cómo es la vida sexual de un Shinobi?

Auch.

Esperé a que despertara, se había llevado un golpazo en la cabeza. me vi tentada a llevarlo al hospital con temor a que tuviera una contusión, revisé que no sangrara por los oídos o naríz con cuidado de no moverlo.

-Kakashi, por favor mi amor despierta-

Seguía respirando y su pulso era solo un poco más bajo de lo normal, solo estaba desmayado.

-Kakashi, Kakashi- seguí llamándolo sacudiendo un poco su pecho. Soltó un gemido débil y mi corazón dio un vuelco, lo sacudí otra vez diciendo su nombre y acercandome a su cara.

-Kakashi, ven a mi, cielo, ven a mi-
-hmmph-
-¿Kakashi? ¿Sabes quién te habla?-
-La mujer más terca del mundo-
Una ola de alivio recorrió mi ser de pies a cabeza.
-Fue una caída muy fuerte, trata de no moverte-
-He tenido peores golpes, lo sabes-
-Si, pero tu cabeza casi rompe el asfalto-
-Eso es lo importante, que se rompa el asfalto y no mis huesos-
Se rió y lentamente se incorporó, se tambaleó un poco y con las manos a los lados de su cabeza alzó la vista y me miró fijamente.

-Tienes que aprender a escuchar y obedecer, ya se te olvidó-
-Lo siento-
-Somos del mismo rango pero ¡en esta ocasión debiste obedecerme a la primera orden que te dí, carajo!, sabes muy bien lo que te pasaría si se te ocurre matar a un cazador especial de tu propia aldea-
-Lo se-
-Fui jounin dos semanas antes que tú así que tengo más experiencia y eso hace que tenga más autoridad, ¡no vuelvas a tirar mi autoridad a la mierda!-
-¡Ya lo sé!-
Me sentí muy presionada, no estaba acostumbrada a que me  impusieran su autoridad, pues al ser de alto rango desde chica no me había pasado, sabía muy bien quienes eran mis superiores así que no me lo recordaban nunca.
Lo fulminé con la mirada y después di un paso atrás, si que estaba avergonzada.

-Lamento el regaño, y sobre todo las malas palabras- dijo acercándose a mí y abrazándome, estaba aliviada de que estuviera bien muy por encima de mi enojo y vergüenza, así que también lo abracé.

-Vamos a mi casa, un baño me caería bien- dijo sobándose en tremendo chichón que tenía arriba de la nuca-
-No entiendo porqué estás tan entero después de una caída de casi tres pisos-
-Porque como sabes, por instinto un shinobi ya sabe caer, mi espalda recibió la mayor carga, la inercia hizo que me golpeara la cabeza pero no fue tan fuerte como parece-
-Mmm, aún así creo que voy a vigilarte-
-Nada me haría más feliz-

Cuando di un paso mi pierna derecha falló y casi me caigo, Kakashi me tenía abrazada.

-Creo que la que tiene que ir al hospital eres tú- me dijo mirando mi rodilla. Bajé la vista y vi que sangraba profusamente, no me había dado cuenta de que me dolía hasta ese momento, no podía apoyar el pie, juro que vi parte de la rótula asomarse por el hoyo que había en mi pantalón.
-Creo que mi instinto anda fallando-

-Fue mi culpa, es urgente que te vean esa fractura- me cargó con cuidado en su espalda y empezó a correr camino al hospital de Konoha, la oscuridad se apoderó de mí.

-Fractura expuesta de rótula y fisura en la tibia, la más grave por supuesto es la rodilla, pero no es nada que no pueda arreglar para dejarte al cien por ciento-
Lady Tsunade daba mi diagnóstico a la enfermera y después se dirigió a mí.
-Gracias, mi lady, y... ¿Kakashi está bien?-
-Me temo que el también tendrá que quedarse, se desmayó después de dejarte inconciente en el suelo-
Se me heló la sangre.
-Tranquila, es por precaución, recibió un fuerte golpe en la cabeza, necesita descansar pero estará bien bajo nuestra observación. Te intervendré mañana en la mañana, si no te opero no volverás a ser ninja-
-¡Haga lo que tenga que hacer por favor!-
La ojimiel se rió de mi expresión y me puso una mano en el hombro para que no me moviera, sentí una punzada en la rodilla derecha, supuse que ni me revolcaba de dolor por los analgésicos que debieron ponerme.
-Haré lo posible, ahora trata de descansar, ya después me explicarán que pasó-
Dicho esto la Quinta salió de la habitación.
-Creo que por querer salvarte saliste más lastimada que yo-
Mire la cama contigua, Kakashi estaba detrás de la cortina que separa las camas.
-No te culpes, no fue una caída pequeña-
-Prefiero que pases un mes o dos coja que asesinada-
-Lo sé, yo también prefiero eso-
Tsunade entró en el cuarto de golpe.

-Ah, lo olvidaba, se suspenden las pláticas está semana, cuando te acostumbres a las muletas puedes reanudarlas, tu misión Kakashi es que la cuides, ahora sí es todo- la rubia volvió a salir.

-No es ningún problema, lo que si me pesa es que tendré que esperar un poco más para...-
-Si, lo lamento-
El peliplata corrió la cortina y me miró.
-Es mejor empezar de una vez, la misión de cuidarte durará hasta el día en que me muera-
Una sonrisa se extendió por mi cara y no pude decir más, la oscuridad de nuevo me tragó.