El Dominio Del Imperio [Monster Girl Stories] [+18]

Día 13: Súcubo científica

-Subiendo el nivel de vibraciones por segundo- comentó mi compañera girando el botón del número 3 al 7, algo exagerado, pero no para mi curiosidad al nivel de esta, Los gemidos de aquel peliblanco aumentaron considerablemente... Es sorprendente que se puedan escuchar a pesar de que una mordaza invada su cavidad bucal... La idea de ese artefacto es silenciarlo, no de escucharlo...

Por si se lo preguntan... se podría decir que soy una aprendiz, combinación de enfermera con científica, realmente no sé qué concepto darle, solo sé... que este lugar se acerca a un manicomio... y eso me encanta...

Yo y mi compañera, somos de la misma especie... ella un poco más grande y experta que yo, específicamente somos Súcubos.

En fin... estoy asignada con ella para aprender más sobre el cuerpo humano macho, o masculino como quieran decirle, la principal intención: domesticarlos y/o amansarlos en un lapso de tiempo muy corto... aquí los humanos son animales... y llegaron aquí por ser malos esclavos o perros mal comportados, por ejemplo, este ejemplar intento golpear a su ama y huir, aunque las arpías parecen ser seres delicados, en realidad son muy fuertes y para ellas son fácil derrumbar a seres tan patéticos como este... por eso está aquí, de esa forma amarrado, con esos artefactos dentro de él, con esa mordaza, y con el pene atado con uretra... ¡Y eso que apenas lleva una hora aquí!

-Esto es fastidioso...- Comento mi compañera -Debería estar estudiando y aprendiendo más sobre la nigromancia, esto realmente ¡es solo una pérdida de tiempo! - comento subiendo la intensidad de aquel aparato dentro del peliblanco, subiéndolo a 10 lo más rápido que se podía...

Podíamos observar detrás del cristal como el peliblanco comenzó a forcejear intensamente, sin conseguir nada, poco a poco se veía como el líquido pre seminal salía de la punta de su miembro, era seguro que él ya quería venirse, pero la uretra dentro su pene se lo prohíbe al igual que el cintillo que amarraba con algo de fuerza la base de este...

- ¡Yo hago esto por ti! - Replique entusiasmada- ¡Quiero hacerlo por mi cuenta!

- ¿Estás segura?

Asentí repetidas veces.

-Déjame esto a mí, ¡tú mientras ve a estudiar!, haré lo mejor con este chico...-

-Está bien- Comento ella un poco insegura, algo que me molesto muchísimo... ¿Qué le cuesta confiar en mí? Solo es un humano... -Solo pórtate bien y no lo mates, ¿vale?

Volví a asentir consecutivamente.

Mi compañera, me entrego el control de las máquinas que mantenían ese humano inmóvil, al igual que excitado, no podía dejar de sentir ese cosquilleo en mi estómago, ¡sería mi primer experimento sola! Y era más que obvio que iba a aprovecharlo al máximo hasta lograr mi objetivo.

Mi superior froto con algo de fuerza mi cabello, y salió de la habitación, al notar que la mayor se había retirado, no dude en tomar un carrito de enfermería y llenarlo con toda clase de objetos sádicos y/o masoquistas, ya saben, dildos, látigos y otras cosas así... en definitiva no perdería la oportunidad de probar y experimentar con ese humano yo misma.

Entre en la habitación donde él estaba, solamente un cuarto con las paredes grises y monótonas, y justo en medio de la habitación estaba él, amarrado, con ese dildo dentro del y esa mordaza que prohibía escuchar sus gemidos, con los brazos estirados y amarrados con dirección a su espalda, mientras que sus piernas estiradas y tensas amarradas con dirección a su cabeza, mientras que su miembro se encontraba amarrado de la base, con la intención de que no pudiese eyacular pronto. Totalmente sometido. Solo se escuchaban sus gruñidos y el sonido vibrante de aquel aparato que no se detenía ni por un segundo...