Epílogo.

6.9K 483 31
                                    


El sonido de los tambores ponía mis nervios a flor de piel. Jack estaba atado de manos sobra la tarima mientras un hombre leía el manuscrito.

-Jack Sparrow. Comenzó a leer.

-Capitán Jack Sparrow. Pese a que lo susurré mi padre me recriminó con la mirada al escuchar aquello.

-Se hace saber que se os ha acusado, capturado y condenado pues vuestra cantidad de crímenes a la corona, siendo dichos crímenes en cantidad numerosa y de siniestra naturaleza. Noté la mano de Lizzy sujetar la mía mientras ambas buscamos a Will con la mirada. –Los más atroces de ellos se citan a continuación, piratería, contrabando, falsificación de papeles...

-Es injusto. Mi padre no desvió su mirada mientras me contestaba.

-El comodoro Norrington está obligado por ley, al igual que todos nosotros.

Jack parecía divertido ante todos los cargos que nombraban y aquello solo provocaba que mis nervios aumentasen. Will apareció entre la gente y se colocó en frente de nosotras.

-Gobernador Swann, comodoro, Elizabeth , Valerie. A cada nombre Will dirigía su vista al nombrado, deteniéndose más en mi hermana. –Debería haberos dicho desde el momento en el que os conocí que os amo. Mi padre y el comodoro miraron confusos a Elizabeth mientras que yo no podía parar de sonreír ante aquella confesión, mi hermana miraba a Will sin poder articular palabra y antes de que hablase, Will desapareció entre la gente.

El sonido de los tambores aumentó y tanto Lizzy como yo vimos al loro del Señor Cotton.

-Lizzy.

-Lo he visto. Will se abría paso entre la gente y aquello alertó a Norrington.

-¡Soldados!.

-No puedo respirar. Lizzy fingió un desmayo lo que causó que el comodoro detuviese su marcha y tanto el como padre atendiesen a Lizzy yo en cambio no podía apartar mi vista de Will que lanzó su espada a los pies de Jack para evitar que este cayera del todo. Ante el sonido de la palanca Lizzy dejó de fingir y vio la escena.

-¡Soldados seguidme!. Al ver que aquello era una farsa el comodoro fue tras Will que había subido hasta la tarima y luchaba contra el verdugo.

Jack se sostenía a duras penas sobre la fina espada que había lanzado Will intento no interponerse en la lucha de Will hasta que un golpe del hacha del verdugo hizo que la cuerda que aguantaba a Jack se cortase y este cayese al suelo. Will empujó al verdugo contra el comodoro y los soldados y Jack aprovechó la espada para liberar sus manos.

Jack y Will cargaron contra los soldados derribándoles con la soga de Jack y atraparon a los restantes contra una columna. Pero finalmente los soldados los rodearon.

-Supuse que presenciaríamos alguna urde variedad de intento de fuga. El comodoro apuntaba con su espada a Will. –Pero no de vuestra parte.

-Cuándo regresé a Port Royal os concedí clemencia. Tanto padre como Lizzy y yo bajamos junto al comodoro. -¿ Y me lo agradecéis de este modo?. Mi padre no estaba nada contento ante aquella escena. -¿Poniendo vuestra suerte a la de él?, es un pirata.

-Y un buen hombre. Will tiró su espada mientras hablaba con padre. –Si con ello sólo he logrado que el verdugo se gane dos pares de botas en vez de uno que así sea, al menos mi conciencia estará tranquila. Lizzy no estaba nada feliz ante las palabras de Will.

-No olvidéis el lugar que os corresponde Turner. El comodoro colocó su espada en el cuello de Will.

-Mi lugar es este, entre vos y Jack.

Esas palabras hicieron que Lizzy y yo nos colocásemos al lado de Will.

-Y el nuestro también. Nuestro padre y el comodoro nos veían confusos.

-Elizabeth, Valerie. Pude ver como padre se veía rendido. –Bajad las armas. Los soldados no obedecieron hasta el segundo aviso. -¡Por el amor de Dios retiradlas!.

-Es aquí dónde en verdad reside vuestro corazón. Norrington dirigía su mirada de mi hermana a Will.

-Así es. Si no fuese por la situación tan tensa en la que nos encontrábamos, estaría saltando de alegría.

- Me duele tanto decir que me esperaba esto de ti Valerie. Mi padre intentaba esconder una pequeña sonrisa que me hizo tranquilizarme al saber que el no estaba molesto.

-Siempre me han gustado las historias de piratas padre.

-Lo sé querida.

El sonido de las alas del loro del Señor Cotton hizo que Jack elevase su mirada y sonriera al verlo.

-Bueno, la verdad es que todo esto me está gustando mucho. Jack se abrió paso entre los tres y miró al comodoro. –Hemos alcanzado un clima ideal, ¿no es cierto?. Se dirigió a mi padre quién hizo una mueca de disgusto. -¿Espiritual?. Finalmente pasó al lado del comodoro. –Quiero que sepáis que estaba de vuestra parte, recordádlo. Volvió detrás nuestra.

-Elizabeth. Mi hermana se giró. –Lo nuestro nunca habría funcionado querida. Lizzy levantó una ceja mirando cómicamente a Jack mientras yo reprimía una risa. –Lo siento.

-Will. Subió los escalones y miró el sombrero de Will. –Bonito sombrero.

-Y Valerie. Mientras seguía caminando yo me giré. –Tú y yo tenemos asuntos pendientes todavía, encanto. Sonreí ante aquello, Jack no tenía remedio y no me molestaba admitir que me encantaba, las palabras de Jack hicieron que me ganase una mirada de confusión tanto de mi padre como del comodoro y Lizzy me sonriera.

-Amigos. Subió encima de una piedra mientras el comodoro y sus soldados avanzaban. –Siempre recordaréis este día como el día en el que... Jack no acabó su frase ya que cayó desde el acantilado al agua y al ver su caída corrí rápidamente al lugar desde dónde había caído pero me tranquilicé al ver que salía a la superficie y la Perla aparecía en busca de su Capitán.

-¿Qué piensa hacer?. Uno de los soldados veía al comodoro.

-Quizás en el raro caso en el que para seguir la dirección correcta se requiera un acto de piratería, la piratería en si misma puede ser la dirección correcta. Mi sonrisa creció al escuchar las palabras de mi padre y miré al comodoro.

-Señor Turner. Norrington se dirigió hacia Will mientras Lizzy seguía a su lado.

-Asumiré las consecuencias de mis actos. El comodoro sacó su espada.

-Es una hermosa espada, confío en que el hombre que la hizo muestre el mismo cariño y devoción en todos los aspectos de su vida.

-Gracias. Lizzy soltó el aire que contenía y su expresión se relajó

-¡Comodoro!, olvida a Sparrow.

-Creo que podemos permitirnos darle un día de ventaja. Norrington dio la vuelta y se marchó junto con los soldados.

-Entonces. Nuestro padre se giró y nos observó. –Este es el camino que elegís, ¿no es cierto?. Dirigió su mirada hacia Will y Lizzy. –Al fin y al cabo, es un herrero ¿no es cierto?.

-No. Lizzy le quitó el sombrero a Will. –Es un pirata. Padre sonrió ante aquello y se marchó.

Y finalmente ambos se besaron causando dos emociones en mí, una gran felicidad por ambos ya que por fin podrían estar juntos pero una extraña melancolía me atravesó y volví mi mirada al mar. Jack estaba subiendo a la Perla mientras toda la tripulación lo recibía, sentí la mano de Lizzy sobre mi hombro.

-Seguro que regresará Valerie. Elizabeth sonreía mientras sostenía la mano de Will.

-Y si no regresa, yo misma iré a buscarlo. Aquello hizo que la pareja sonriera.

-Te has convertido en una pirata Valerie. Will me miraba divertido.

-De alguna forma, estaba destinada al mar Will y pienso volver a él. Una pequeña sonrisa apareció cuando vi a la Perla alejarse.

Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora