"Mi realidad" - Larry Stylinson

Capitulo 9 - ¿Le temes a la muerte?

Narra Niall.

El llanto de Louis era incontrolable. Temblaba y sus sollozos se oían como gritos por toda la habitación.

Los hombres que estaban a fuera se vieron obligados a entrar. Trataron de separarme de Louis, pero eso solo provoco que su llanto fuera más fuerte y dolido. Unos segundos después me encontraba en lucha para tratar de tomar el brazo de Louis mientras me sostenía un hombre para que no fuese con él. Louis forcejeo un poco y cayó rendido al suelo.

Tenía sus ojos cerrados.

Ya no luchaba.

Ni siquiera se movía.

No respiraba.

Ya han pasado horas desde ese suceso.

Ahora me encontraba en el hospital. Louis estaba en una camilla con esos tubos en la nariz que lo ayudan a respirar, una pinza en un dedo de su mano izquierda, y vestía una bata de hospital blanca.

No me obligaron a irme, pues temían que si Louis despertaba solo o con personas, que claramente el no quiere ver, se pondría histérico otra vez y algo peor que esto podría suceder.

Estaba sentado en seguida de él, me sentía muy cansado. Debería de haber alguna ley que impida que un persona viva tan malas experiencias en menos de doce horas. Agache mi cabeza poniéndola entre mis piernas y apretándome el cráneo con mis manos, con la idea de relajarme tan siquiera un poco. Me habían dicho que Louis se repondría pronto y que solo tenía que pasar la noche ahí para que vieran que todo marchara normal.

Sin embargo…hoy pude haber muerto.

¿Qué hubiese pasado si no me hubiese agachado a tiempo? ¿Y si Liam no hubiera atacado a ese hombre a tiempo, para que la bala no me tocase?

No sabía cómo sentirme acerca de eso, era muy difícil procesar tantas preguntas sin sentido, combinado con los sentimientos que ahora siento, sentir a mi corazón acelerarse locamente y las lágrimas calladas que caían por mis mejillas sin que nada, ni nadie las detuviese. Me ardían mis ojos, sentía que me quemaban, llevaba aquí aproximadamente cuatro horas, eso significa que han pasado unas siete u ocho horas desde el suceso en aquel restaurante. Siete u ocho horas en las que no he dejado de llorar, pero no puedo evitarlo, no puedo detenerlas, ya no eran lagrimas de miedo, si no de una tristeza extrema.

No soy perfecto, ¡Pero por el amor de Dios! ¡¿Quién rayos es perfecto?!

Pero soy una basura tan inservible que ni mis padres me quisieron, naci siendo un loco al cual tienen encerrado en un manicomio, que no hace más que hacerte sentir más miserable. Ni si quiera puedo pensar bien, llego a cometer demasiados errores, no soy inteligente, ni ingenioso, no soy hábil, no practico ningún deporte, no tengo buenas calificaciones, no sirvo para nada.

-No entiendo porque el sufrimiento siempre dura más que la felicidad.

Eso me hizo levantar mi cabeza, Louis había despertado.

-¡Louis! – sonreí y lo abrase cuidadosamente, él es una de las únicas personas que tengo en mi vida, al menos debía hacerle saber que lo quiero, ¿o no?

Louis no correspondió el abraso, me separe y lo mire directamente a los ojos.

-No entiendo porque el sufrimiento siempre dura más que la felicidad. – repitió.

Me quede helado ahí, pues en realidad no sabía cómo responderle, así que improvise.

-Tal vez duran lo mismo. – sorbí mi nariz y continué – O capaz la felicidad llega a durar más para algunas personas, pero el problema radica en que… - me acerque más a él, provocando que el hiciera los mismo, como si quisiera contarle un secreto – Por ejemplo, una noche cualquiera, te encuentras con tus amigos tomando cerveza y charlando y te das cuenta de que ya son las cinco de la madrugada. Pasaron 8 horas entre amigos y no has dormido en veinte horas, pero aun así te olvidas de los efectos del sueño y sigues disfrutando de la fiesta, hasta que tus energías no te den para más, y ahora comparalo con la clase de historia del profesor Walter y respóndeme ¿Qué dura más tiempo? Y ¿Cuál disfrutaste más?