Drama de medianoche

CAPITULO II

Adrián sale de su oficina ansioso para resolver su primer caso. Rapidamente el se sube a un taxi y va hacia la esena del crimen.
Cuando llega el puede ver a unas patrullas con varios policías afuera. Adrián se acerca y puede ver muy poco por causa de la niebla y el humo.       Mientras todo se va aclarando Adrián puede llegar a notar la forma de un coche de color negro.
Un policía se acerca para informarle de lo sucedido.

-Hay un hombre de alrededor de setenta años y una mujer joven de treinta. Los dos tienen un disparo en la frente.- dice el policía mientras va anotando lo que decía.

-¿y  que sucedió después?-pregunta Adrián sorprendido.

-El coche se subió a la vereda, se llevo por delante tres personas que ya se las llevó la ambulancia y al final se estrelló contra un poste de luz.- dice el policía ya dejando solo a Adrián.
Adrián cada vez se mete más en el lugar y puede llegar a ver al hombre. Cuando lo vió el no podía creer lo que estaba pasando.
Durante todos estos años él se había ido con otra mujer que era la acompañante que también estaba muerta. Ese era su padre.
Adrián, luego de ver eso, tuvo una fuerte depreción y fué llevado a su  casa. Esa medianoche fué horrible para él.
A la mañana siguiente Adrián decidió pasear con su madre y contarle lo sucedido. Ese domingo a la tarde ,después de pasear, decidió contarle.

-Ma, tengo que decirte algo-dice Adrián con temor a que algo malo pase.
-¿Que pasa hijo mío?-responde Elena felíz por el paseo.
-Viste que papá nos dejo hace veintiun años, bueno, ayer yo...- Adrián no quería decirlo pero sabía que ella de alguna manera se va a enterar.- Me enontré a.......Papá muerto en un auto con una mujer de alrededor de treinta años.
Tras Elena escuchar estas palabras se empieza a sentir peor.
Adrián la lleva a la casa y se prepara una cena para después ir a trabajar, ya que trabaja de turno noche. Cuando llega a su oficina se sienta en la silla y su jefe le ordena de ir y registrar a los fallecidos.
Adrián fué a registrar los cuerpos y pudo comprobar que la víctima era Gabriel Castón, su padre. Ahora le tocaba registrar el cuerpo de la otra víctima. El pudo encontrar el DNI. Ahí decía su nombre, sus padres, etc.
El volvió a la oficina con la gran noticia. El fué asendido. Cuando llegó a su casa, él pudo encontrar un cuchillo sangrado al lado de la habitación de sus padres. Cuando entró al cuarto él pudo encontrar a su madre con catorce puñaladas en todo el cuerpo. Desde ese momento Adrián estaba solo contra la verdad.
Esa noche fué a trabajar y no se concentro mucho porque estaba muy deprimido por las pérdidas de sus padres y la traición de Gabriel.

Cada día que pasaba la vida de Adrián se volvía más triste, depresiva y sin sentido.
El seguía con su mismo trabajo hasta que decidió renunciar y ser investigador privado, pero antes, tenía que terminar con ese caso que tanto lo abrumaba. El no podía encontrar información hasta que pasaron diez años. Durante esos años él estuvo sentado frente a diarios, libros, entrevistas, etc. El ya había madurado y tenía un esposa con la cuál tenía que cuidar.
Cuando tuvo un poco de dinero el se tuvo que comprar un arma para defenderse, ya que ni la policía ni nadie se ocuparía de su muerte. Ahora sería el quien tendría que sacar las garras y atacar.