CAPITULO IV

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Una noche Adrián recibe una carta que la había enviado su ex-esposa.

-¿Quien es?-pregunta Delfina.

-nada, es de esa mujer que la dejé y otras cosas.

-¿no hablas con ella muy seguido?

-No.

Adrián intentó de ocultar lo que decía la carta.

    Adrián.

Sé que me dejaste por otra mujer. No me importa ya que yo siempre supe quien fué el asesino. Se tu ubicación y todas esas cosas personales tuyas. Cuida a tu mujer que actualmente te da placer por que en algún momento ella recibirá una bala dorada en su nuca. A y ten cuidado mientras cruzas, nunca se sabe cuál es el destino de cada uno.

Buena suerte
                    Tu proximo rival.

Adrián no podía prestarle tanta atención a eso.
Esa tarde el se reunió con su esposa en un bar.

-Hola-dice Adrián felizmente.

-Hola, mi amor.

Pasaron unos minutos de silencio mientras ellos tomaban el café.

-Me quedé con una duda el otro día.-dice Delfina mirandolo a los ojos a Adrián.-¿Como murió tu padre?

-Mi padre murió con un disparo en la frente mientras conducía. El iba con una mujer de treinta años, también con un disparo en la frente.

Hubieron unos minutos de silencio después de esa respuesta.

-Mi hermana murió también en un coche con un hombre de alrededor de setenta años y de un disparo.

-¿Cuando ocurrió?-pregutó Adrián sorprendido

-Hace diez años.

-¿Cuantos años tenía?

-Treinta.

Todo coincidia. No lo podían creer. El padre de Adrián y la hermana mayor  de Delfina tenían una relación.
Luego de esa conversación Adrián preguntó por cada detalle de lo que pasó.
A la mañana siguiente Adrián se puso a hacer teorías de lo sucedido. Él también se entero que Delfina conocía al asesino y que no podía decir nada ya que su hermana mayor trabajaba con ellos por lavado de dinero y si sus padres se esteraran, ella sería muy despresiada en la familia. Pero la razon fundamental era que si contaba quien era el asesino ella sería asesinada por traición a ellos, por eso ella se escapa del país y se encuentra a Adrián en el aeropuerto.
Adrián empezó a trabajar muy profundamente en el caso y el interseptaba cada carta que llegaba a las manos de Delfina.
Un día, en su casa, Adrián va a revisar las cartas que les llegaban. Hasta que encontró una carta muy interesante.

Querida Delfina.

                         Se que te escapaste allí, ya que no quieres estar metida en nuestro negocio. Tú sabes las consecuencias de lo que pasabas si no seguías trabajando. Como tu hermana murió, tú eres quien tiene que reemplazarla. Si no vienes, voy a tomar un vuelo a Estados Unidos, voy a entrar en tu casa y voy a ponerte una pistola en la boca y volarte la cabeza. Tienes una semana. No intentes de entregar esta carta a alguno de los policías, porque sino voy a volar en una avioneta y te mataré a tí y a tu maldita familia. Espero que con esta carta retractes y vuelvas al negocio. Recuerda, tienes una semana o sino te matamos. Espero que termines de la mejor manera tus vacaciones y con la cabeza unida al cuerpo.

                           Te mando cariños
                                               El jefaso.

Adrián, tras leer esta carta, la volvió a guardar mirando a todos los ángulos para comprobar que nadie lo estaba viendo.
Esa noche Adrián preguntó por si Delfina había recibido algún correo. Intentando de que Delfina le hable sobre la horrible carta.

-¿Alguna noticia de la correspondencia?-pregunta Adrián intentando de hacerle una secreta prueba de confianza.

-Sí, estoy muy asustada con la carta, por favor ayudame con esto.

Drama de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora