CAPITULO I

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En el año 1957 un niño llamado Adrián, espera encerrado en su cuarto, a que su madre, Elena, y su padre, Gabriel, dejen de discutir. Tras unas cuantas horas de frustración para Adrián, decide salir de su cuarto e investigar. Cuando sale de su cuarto encuentra al comedor oscuro con las luces apagadas. El sale del cuarto cuidadosamente y cierra la puerta muy despacio.
Mientras va calculando sus pasos por la oscuridad el puede ver por la ventana a unos vecinos inalando algo por un tuvo corto. El sospecha del objeto y del humo que se desvanese en el aire que salió por la nariz de su vecino. El deside no perder más tiempo y sigue adelante.
Cuando llega a la cocina se prepara un vaso de agua fresca y vuelve a su cama.
Cuando se despierta había un silencio que no se escuchan seguidamente. Sale de la habitación y se encuentra a su madre llorando mientras toma su taza de café a medias.

-¿Que pasa mamá?-dice Adrián.

-Tu padre ha decidido irse.-dice Elena entre lágrimas.

Cuando la mamá de Adrián se ponía así, Adrián también se angustiaba.

-Má-dice Adrián para animarla.
-¿Que pasa hijo mío?- ya tratando de dejar de llorar.
-Ayer ví al vecino metiendo un tuvo por la boca y sacando humo por la nariz.

Elena se puso pensativa luego de oír esas palabras decidió no hacer caso.
Esa tarde fué a comprarle el regalo a Adrián porque dentro de pocos días sería su séptimo cumpleaños. Cuando estaba volviendo para la casa le surge la sospecha de lo que le dijo Adrián esa mañana. Elena decide ir e investigar que fué lo ocurrido. Ella entra en el jardín de la casa misteriosa y toca la puerta sin tocar el timbre. Elena espera ansiosa la abertura de la puerta y el misterioso caso. José, el vecino, abre la puerta y se sorprende con la visita. Tras una conversación entre José y Elena entran a la casa y Elena puede ver toda la casa desordenada. Cuando ella se estaba yendo ella pudo ver el objeto en el cuál las características de Adrián y el objeto era idénticas y era un cigarrillo, pero no cualquiera, sino uno con  el se drogaba. Elena pregunta sobre aquel misterioso objeto. Su vecino golpea a Elena y la empuja hacia la salida. Antes de cerrar la puerta la golpea otra vez , esta vez, Elena lo recibió en la cara. El vecino cierra la puerta bruscamente y deja a Elena afuera. Esa noche Elena reposaba en su cama, Adrián dormía tranquilamente y Gabriel cuidaba de Elena. Cuando Elena se durmió, él fué a establecer las cosas con José. Gabriel entró a la casa de José. Adrián se despertaba a cada rato por los golpes que se escuchaban. Desde esa noche Gabriel aparecía menos en esa zona, hasta que no volvió a aparecer.
Los años pasaban, las cosas cambiaban y cada vez todo era más complicado.

Adrián cumplía veintisiete años y veintiun años sin su padre. El decidió buscar un trabajo ya que su madre estaba gravemente enferma.
Una mañana Adrián abre el diario y se encuentra con un empleo soñado. ¡Un investigador!. En el empleo ofrecían una buena cantidad de dinero.
La mañana del día siguiente Adrián fué a su primer día de trabajo. El empezó en una oficina buscando noticias o algún caso interesante para resolver. Ese día Adrián no encontro ningún trabajo para resolver.

Unas semanas después, en la medianoche, encontró un caso que le cambiaría la vida.

Drama de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora