Manual De Lo Prohibido/Joerick [Adaptación] ||Terminada||

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—Eso suena interesante—rió.

El timbre apagó la risa de los dos, eran las seis con quince minutos apenas, ¿quién sería? Ambos nos miramos extrañados.

—¿Esperas a alguien?—me preguntó Yoss.

—No que yo sepa—negué con la cabeza y luego salí de mi habitación para abrir la puerta.

Yoss fue detrás de mí y cuando abrí la armazón de madera me llevé una gran sorpresa al ver aaJoel allí. Los ojos casi se me salían de las órbitas.

—¿Pimentel?—articulé, claramente sorprendido.

—Ay, yo pensé que ya habíamos dejado las formalidades—bromeó y luego miró por encima de mi hombro a Yoss, quien lo miraba embobada.

Se pasó sin que le dijera que lo hiciera y le sonrió a Yoss.

—Hola—le dijo—. Soy Joel—le extendió la mano.

—El novio de Zabdiel—dije, cerrando la puerta de mala gana. ¿Por qué nunca dejaba bien claro quién era?

—Hola—musitó Yoss, tendiéndole la mano también—, Yocelyn.

—No, yo soy Joel-dijo éste.
Yoss rió.

—No, no, digo que yo soy Yocelyn, pero dime Yoss.

—¡Oh! ¡Yoss, claro! He oído hablar tanto de ti—dijo—. Me da mucho gusto conocerte al fin.

Me aclaré la garganta, haciéndome notar.

—Yoss, amm... el manual en mi habitación, amm... podrías guardarlo, ¿por favor?—farfullé, recordando que habíamos dejado las fotografías al descubierto y regadas en la cama.

—Claro—captó rápidamente el hilo de mis palabras y salió disparada a mi habitación.

Miré a Joel, aunque no quería admitir que estaba encantado de que estuviera allí traté de permanecer seria.

—¿No es muy temprano para que vengas?—traté de sonar lo más normal posible, pero el pánico no se podía ocultar muy bien detrás de mi voz.

—Sí, pero ya que mañana será la fiesta del señor Vittore, quiero saber qué vamos a hacer mañana o a qué hora nos iremos—su mirada gacha bailó fugaz.

—Pero...

—¡Listo!—Yoss me interrumpió, saliendo de mi habitación con su sonrisa brillante en el bello rostro.

En ese momento agradecí al cielo de que ella se encontrara allí; así al menos no me vería tan obvio, no sería tan torpe al hablar con él. Y mi razón mantendría calmado a mi corazón.

Yoss y Joel conectaron enseguida, ambos eran muy sociables y la plática entre ellos fluyó de manera rápida, aquello me alegró.

Cuando Zabdiel llegó junto con Christopher sonreí de manera significativa, aunque me doliera en lo más profundo de mi alma ver juntos a Joel y a Zabdiel sabía que aquello me servía para ponerle un freno a mis absurdos sentimientos.

Luego de que Chris y Yoss se fueran, me encerré en mi habitación como de costumbre, pero no pasó mucho tiempo cuando oí que llamaban a mi puerta, el murmullo de voces había desparecido del exterior y sólo los golpeteos en la puerta, algo apagados, se oían en aquel silencio sepulcral.

Salté de la cama y abrí la puerta, la cara ddeZabdiel no era la misma, estaba bastante triste, podía notarlo.

—Zab, ¿qué pasa?-pregunté, preocupado.

—Necesito hablar contigo—me dijo y se sentó en mi cama.

No sólo su rostro estaba triste, su voz parecía haber dejado la alegría también.