Princesas y dragones
2.-Un gran malentendido
H
I
C
C
U
P
El dragón miro a Hiccup y se separó de la chica, quien aprovechó el momento de distracción del animal para cargar su arco y cargarlo hacia él, Hiccup estaba al borde de un paro cardiaco
-¡No! ¡Merida!, él es inofensivo!- balbuceó desesperado
-tu dragón mascota casi ME MATA!- Grito la pelirroja poniéndose de pie sin dejar de apuntar con el arco cargado a chimuelo, Hiccup intentaba decir algo, algo realmente inteligente y lo suficientemente convincente para hacer ver a la chica que su dragón no era en lo absoluto peligroso, pero todo lo que logro decir en medio del pánico fue:
-Es que no le gustan las chicas…- Merida arqueo las cejas al tiempo que chimuelo lanzaba una mirada furiosa a Hiccup, podía estar loco, pero podría jurar que su dragón se comunicaba con el- quiero decir, es que… tu arco… tu… tú lo asustaste eso es todo, en lo general es muy amable
Merida bufó y bajo el arco, guardo nuevamente la flecha en el carcaj e Hiccup sonrió aliviado, el peligro había pasado, por ahora
-Bueno, ¿Qué tiene el adorable animalito?- Pregunto merida con cara de odio
-El ala, tiene un ala rota, no puede volar, tienes que ayudarme, ¿Dónde vives?- Merida lo miro con curiosidad, y no odio, para variar
- En el castillo, claro
-¿cas…castillo?
-si…tu….no sabes, uff! Tu no sabes quién soy o sí?
-No, pues a verdad acabo de conocerte- dijo Hiccup y noto como se ruborizaba, por alguna razón creía que la respuesta que acababa de dar no era la más inteligente
-Ah, no importa- dijo ella recuperando su mirada de: te odio, hiccup sonrió por lo bajo, no sabía porque pero esta chica le caía cada vez mejor, ¿masoquista? Bueno, ¿Su novia era Astrid no?
-¡Oye! ¡Pata de palo!- dijo Merida chasqueando los dedos en frente de su cara- ¿quieres que te ayude o no?
-¡Claro!, si, ayudame
Minutos después Hiccup estaba siguiendo a la pelirroja al castillo
-Oye…- comenzó a hablar, pero ella lo callo con un golpe tal vez muy fuerte en el estómago, Eso le recordó a Astrid, era cosa de mujeres al parecer, golpearlo sin piedad para enseñarle a hacer algo- Merida… Chimuelo está aún entre los árboles y yo…humm…estoy algo…
-¡Hay por favor es un dragón! ¿Y tú te preocupas por él?, mejor cállate y sígueme
-por cierto, ¿a dónde vamos?- Preguntó Hiccup intentando seguirle el paso a la rápida chica
-al castillo, mi madre sabrá que hacer- contesto ella sin mirarlo, Hiccup paró en seco- ¿qué?
-¿Al castillo? ¿Madre? No, no, no , no, está comprobado que los progenitores no saben entender lo que hacemos
- hace un tiempo te habría dado la razón, pero mi madre no es así, nos ayudara créeme – Hiccup estaba dando vueltas alrededor de Merida frotándose frenéticamente las manos
-pero,¿ y si manda a matar a chimuelo?, no puede defenderse, él está indefenso, no, no, es una mala idea, yo digo que...Uuuh!- Merida lo paro con un golpe seco en el estómago, este lo dejo sin aire para seguir hablando, se le doblaron las rodillas y cayó al piso, ¿De dónde demonios las mujeres sacaban tanta fuerza?
- ¡Aaaay cállate!, ¡pareces novia a punto de casarse!
Hiccup intentó levantarse pero lo único que logro fue hincarse patéticamente frente a Merida, esta puso los ojos en blanco y lo levanto de un solo tirón del brazo
-¡Autch! Eso duele ¿sabes?
-Ya, no seas llorón, sigue caminando, que aún nos queda mucho
-¿Por qué no vinimos en tu caballo?
-Angus se quedó vigilando a tu mascota, para que no se mueva de la arboleda, si alguien lo ve, estará en un gran peligro
-hhmmm…
Después de varios minutos finalmente llegaron al castillo, a penas Hiccup puso un pie dentro, supo que estaba en graves problemas, Él no tenía especialmente una motricidad fina, de hecho lo que sea lo hacía tropezar, y un castillo lleno de decorados de… ¿osos? En todas partes no era un buen lugar, sobre todo si la mayoría de los adornos eran de piso, Al parecer Merida noto la cara de horror en su rostro porque dijo:
-Mi madre quiere que la disculpes por el desorden, aun no se deciden los lugares para estas esculturas- dijo Merida señalando las del piso, Hiccup tomo aire y siguió a Merida dentro del castillo, subieron una gran escalera de madera cuando Hiccup sintió que perdía el equilibrio, algo o alguien lo había rozado corriendo, estuvo a punto de caer al piso si Merida no lo hubiese atrapado
-¡Chicos!- Exclamo ella mirando a unos trillizos que se parecían mucho a ella, sus hermanos seguro- ¡no corran en la escalera!, y… que hacen?- uno de los tres pequeños tenía un carcaj en la mano, Merida miro a su cintura para asegurarse de que lo tenía pero al notar su ausencia dejo caer a Hiccup sin ningún cuidado y salió corriendo tras de los pequeños, Hiccup suspiro y se puso de pie, si no estuviese tan acostumbrado a los golpes en ese momento se estaría quejando, se sentó en el peldaño para esperar a Merida cuando sintió un susurro
-pss…¡Oye!- Hiccup miro a sus lados inquietamente pero no vio a nadie
-¡Oye!-Dijo una voz ya mas clara viniendo de detrás de él, muerto de miedo se volteó lentamente para encontrarse con la figura de un hombre gigante con el mismo color de cabello que Merida y sus hermanos, el sin duda era su padre- ¿Quién eres?
-Yo…eehh…Hiccup, señor
-¿Hiccup?- Repitió el hombre, luego soltó una ronca risotada- vaya nombre y que haces en mi casa Hiccup?
-Yo…soy… soy amigo de Merida…
La sonrisa del hombre se esfumo por completo, se agacho para quedar a la altura de su rostro
-Nombre completo hijo
-Que…?
-NOMBRE COMPLETO!
-Hiccup Haddok
-Quien es tu padre?
-Stoick Haddock… yo… ¿porque me pregunta esto señor?
-Stoick…mmm… ¿Eres el primogénito?
-Yo…-dijo Hiccup demasiado confundido como para formular otra pregunta- Si, soy el primoge…
-¡Elinor! ¡Nuestra hija ha elegido pretendiente! Hiccup, Primogénito del clan Haddock
-¡¿QUE?!- Dijo Merida mirando a su padre con la boca abierta, para luego pasar su mirada a Hiccup a quien dirigió la más asesina de sus miradas.
