~Princesas y Dragones~
Capitulo 6: Problemas
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Chimuelo estaba ya listo para salir, Hipo le haba puesto la montura y ahora hablaba con Merida para calmar a la pelirroja
-Cálmate, solo caeremos o chocaremos con algo si Chimuelo así lo quiere, y creo que le caes bien- en respuesta, el Dragón sonrió mostrando la falta de dientes que le daban su nombre, Merida rio pero se detuvo de inmediato volviendo a su rostro preocupado de hace un momento.
-Merida, te lo prometo, es seguro, Chimuelo sabe cuándo la situación es peligrosa o no y por ningún motivo te dejara caer
-eso ya lo sé… pero… - Merida desvió la mirada hacia el suelo, la verdad era que no le tenía miedo a volar, de hecho, estaba bastante emocionada por subir al dragón y ver el reino desde arriba pero… sabía que al regresar Hipo tendría que volver a Berk y eso era precisamente lo que Merida no quería que pasara… Nunca
-Tranquila, no pasara nada ¿sí?- Dijo Hipo sonriendo amistosamente, haciendo que el corazón de la joven latiera a mil por hora. Merida asintió lentamente, Hipo subió sobre chimuelo y le ofreció una mano a Merida, quien la acepto muy a su pesar, La ayudó a acomodarse detrás de él e hizo una seña a Chimuelo para que elevara el vuelo.
Era temprano, el hombre que había sanado a chimuelo había dicho que solo bastaría un buen descanso por la noche para que fuera capaz de volar perfectamente por la mañana, por esto, los dos jóvenes se levantaron lo más temprano posible y partieron en busca del Dragón, Ahora se elevaba sin dificultad pero despacio para que Merida se acostumbrara a la sensación de flotar, lo que hacía bastante bien, de hecho no parecía en lo más mínimo asustada como Hipo se imaginó que estaría, apenas rodeaba la cintura de Hipo con una mano, no como Astrid, que casi lo corta en dos… Astrid… ¿Porque siempre que estaba todo tranquilo la rubia aparecía en sus pensamientos?, ya no sabía qué hacer, últimamente el recuerdo de la vikinga no hacía más que hacerlo sentir incomodo, pero ¿Por qué?... bueno, Sabía muy bien porque: Merida, No podía negárselo a sí mismo, últimamente no podía dejar de pensar en ella, en su forma de ser, Todo de ella… Suspiró y miró hacia atrás para ver cómo se encontraba su compañera, Se encontró con una imagen que no lo ayudaba mucho para aclarar sus sentimientos, La pelirroja estaba con la cabeza levantada y el cabello al viento, los rayos del sol iluminaban tanto su cabello que parecía de llamas como sus mejillas ligeramente rojas por el golpe del viento y sus ojos celestes brillaban más de lo normal, se veía simplemente hermosa… se quedó mirándola un buen rato hasta que un gruñido de chimuelo exigiendo una dirección hacia donde volar lo hizo voltearse
-Bien- Dijo Hipo con algo de dificultad- ¿Hacia dónde quieres ir?, Pero recuerda que tenemos que ir muy arriba para que nadie nos vea
- Claro… Hmmmm… ¡Ya sé!, Las cataratas de fuego, están hacia esa dirección- Dijo Merida señalando a su izquierda
-Bueno, ya la oíste amigo, vamos a las cataratas de fuego- Dijo Hipo guiando a su Dragón hacia la izquierda, Merida estaba sonriendo abiertamente, mientras disfrutaba del paisaje y sentía como el viento movía sus indomable cabellera.
- ¿No podemos ir más rápido?- Preguntó Merida sin dejar de sonreír, La pregunta de la pelirroja tomo por sorpresa al Vikingo ¿Mas rápido? Él se había imaginado que por los problemas que había puesto la princesa antes de partir, cuando estuviesen volando tendría un ataque de histeria o algo así, pero se limitó a contestar: