Princesas y dragones 3 -Quien eres?

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                                     ~Princesas y                                                                                                                                          Dragones~                               

   Capitulo 3: ¿Quien eres? 

M    

E                                                                                 

R

I

D

A

-No, no, no, lo siento pero NO VOY a casarme con el- dijo Merida con la voz pesada, no podía creerlo, dejaba solo al chico por dos segundos y ¡pum!  De la nada comprometían, pero ya se encargaría ella de su castigo

-Fergus, explícame que está pasando, y ahora por favor- pidió la reina con voz suave pero autoritaria, su esposo la miro obediente y respondió:

-El chico es hijo de Estoico Haddock, la unión con su clan traería muchos…

-No interesa – interrumpió su mujer- Dejamos claro que la decisión de quien sería el esposo de nuestra hija, seria exclusivamente de nuestra hija, ¿no es así?

-Sí, pero… ella trajo al muchacho a la casa y…

- ¡Un momento! Yo…- comenzó una muy enfadada Merida, pero su madre le indico que se callara con un movimiento de su mano

-Estoy segura de que nuestra hija trajo a este muchacho con intenciones bastante diferentes, ¿no es así, querida?- Meida solo asintió mientras su padre pasaba la mirada entre ella  e Hipo, quien estaba encorvado como esperando que lo golpeara

-Pero Elinor… se lo que dijimos sobre Merida y su matrimonio pero… ¿no te preocupa que tal vez nunca concretemos la unión de los clanes?

-Lo siento Fergus, pero este no es ni el  momento ni el lugar para discutir este tema

-Mama…-Dijo Lentamente Merida- necesito tu ayuda…ambos, la necesitamos…- La mujer asintió y tras hacer un leve gesto con la cabeza a su marido, indicó a los jóvenes que la siguieran por las escaleras, Merida no perdió oportunidad para enviar miradas asesinas finamente seleccionadas al pobre Hipo, que para ese entonces ya estaba esperando que lo asaran vivo o algo peor, finalmente llegaron a una habitación vacía, estaba cubierta de telas por lo que a Hipo le dio la impresión de ser el cuarto de bordado, La mujer se sentó con elegancia en una de las sillas, Merida e Hipo se dejaron caer sobre las dos que estaban en frente

-¿Y bien?- dijo la reina sonriendo- ¿Quién va a contarme porque requieren mi ayuda?- Merida le dijo a la reina todo lo sucedido, intentando no olvidar ningún detalle, Hipo intento agregar cosas entre el relato, pero las miradas de intenso odio de la pelirroja lo dejaban sin palabras en cosa de segundos

-ya veo…- dijo la reina al terminar de ser informada- pues es muy peligrosa su situación… si llegan a ver a ese dragón ¡o si atacara a alguien!

- Chimuelo no atacara a nadie que no lo ataque primero- dijo con seguridad Hipo, Merida lo miro con curiosidad, después de todo, el chico tenía algo de carácter

-Bien, pero aun si así fuera muchacho, ¿Cómo quieres sanar sus heridas?

-Yo mismo puedo hacerlo, solo necesito un lugar limpio y las medicinas correctas

-Pero Hipo…- Dijo Merida mirándolo seriamente- eso significaría traerlo al castillo, o sacarlo de la arboleda, No. Simplemente no se puede

-Merida, es mi mejor amigo y NO LO VOY A DEJAR MORIR- Las dos mujeres lo miraron sorprendidas, incluso él estaba sorprendido por su valentía- Con o sin su ayuda, volveré con ese dragón a Berk… Berk… ¡Oh dioses! ¡Mi padre! ¡Debe estar vuelto loco! Le dije que volvería antes de almorzar y es OBVIO que eso no paso…- Hipo comenzó a caminar en círculos una vez más, indicando a Merida que el inseguro de siempre había vuelto

-Tranquilo, Hipo- dijo calmadamente la reina-podemos enviarle a tu padre una nota o una carta, para avisarle que estas bien

-Tardaría días, señora y para ese entonces mi padre ya habrá cubierto la mitad del mundo con soldados buscándome

-¿No le dijiste a dónde venias?- Preguntó Merida- ¿Nadie lo sabía?

-¡No! Bueno no lo sé, ¡Momento!... ¡Astrid, claro! ¡Astrid lo sabía! Seguro que le habrá dicho a  mi padre… pero eso quiere decir que… vendrán aquí  

La reina miro a Hipo y dijo con calma- Entonces será mejor que tu dragón ya esté bien para un viaje ¿no crees?

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Hipo Intentaba calmar a Chimuelo mientras Merida trataba de ponerle medicinas  para el dolor en el ala rota, pero el Dragón no hacia el trabajo muy fácil,Ademas ya se estab poniendo oscuro y debían dejar al Dragón pasar la noche solo, bueno, con Angus.

 mientras Hipo forcejeaba para mantenerlo derecho, Merida corría de aquí a allá intentando alcanzarlo, lo que en un principio se debió a que el Dragón aún no tenía una pisca de confianza con Merida, pero después de un rato la criatura lo hacía por diversión, en un momento en que la fuerza del animal fue muy fuerte, Hipo salió disparado a los arbustos, al salir tenía la cara y el cabello cubiertos de ramitas y hojas, Merida soltó una risotada muy fuerte que hizo que los pájaros de los arboles volaran

-Jjaja…jajaj te ves….jajaja… ridículo- decía entre risas, Chimuelo, a quien no lo hizo gracia que se burlaran de su dueño empujo a merida quien cayó en un charco de lodo, Hipo creyó que explotaría del enojo, pero después de estar seria unos segundo, se largó a reír, haciendo que su risa contagiara a Hipo

-Ah, te parece muy gracioso- Dijo Merida con un deje juguetón en su voz, entonces arrojo  a hipo una bola de lodo que le cayó en pleno rostro, Hipo, sin dejar de reír, tomo ramitas y hojas que estaban cerca y se las arrojo a Merida, de pronto comenzó una pelea de… lo que fuese entre carcajadas, hasta chimuelo parecía contento, de pronto hipo piso mal en el lodo y cayó en los brazos de merida, una vez más, pero esta vez ella no lo soltó, lo sostuvo mientras él la miraba con los ojos llenos de sorpresa y curiosidad, Merida no podía despegar la mirada de esos grandes ojos verdes, esos hermosos, ojos… Momento ¿Qué? “Merida ¿qué demonios estás pensando?- se dijo para sí misma- este tipo es torpe, ni siquiera es tan guapo… tal vez un poco pero eso no basta…” De pronto el sonido agonizante de chimuelo los saco a ambos de sus pensamientos, se había rozado el ala rota con un árbol y ahora aullaba de dolor, Hipo rápidamente se despegó de Merida y fue corriendo a ver a su amigo, quien se había tendido en el suelo, Hipo se arrodillo junto a él y comenzó a susurrarle cosas que Merida no podía oír, mientras acariciaba su cabeza con la mano, Merida por más que lo intento no pudo evitar enternecerse profundamente ante esa imagen “¿Quién eres chico Dragón?” Pensó antes de esbozar una pequeña sonrisa.

HOLAAA¡¡

AY ALGUIEN ??

:C NADIE??

O SI ESTAS TU¡¡¡¡

YEEEEE

BUENO JEJE COMO SABEN ESTA NO ES MI HISTORIA  LA AUTORA ESTA FELIZ DE QUE LEAN SU HISTORIA 

ME GUSTARIA QUE COMENTEN UN POQUITO SIQUIERA :C PERO SI NO LO HACEN IGUAL NO IMPORTA ME DA GUSTO QUE LA LEAN

LOS QUIERO BYE♥

Princesas y dragones (mericcup)CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora